Ha ido todo tan rápido que a casi nadie le ha dado tiempo de poner las cosas en su sitio. Tan solo una semana después de haber sido nombrado, Màxim Huerta presentaba su dimisión del cargo de Ministro de Cultura y Deporte. Una infracción tributaria que ya tenía pagada precipitaba su inesperado final. Las miradas se situaban sobre la que fue su ‘jefa’. Ana Rosa se mostraba dura con su excopresentador aunque, con el tiempo, ha ido suavizando su discurso. Todo venía motivado por el sufrimiento que sabía que Huerta iba a experimentar…

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Maxim huerta en Londres

Fue muy duro con Max”. Ana Rosa Quintana se pronunciaba sobre la primera entrevista concedida por Pedro Sánchez ya como presidente del gobierno. El político aseguraba que, de haber sabido el caso de Huerta con Hacienda, no le hubiese nombrado. Algo que le ha parecido muy frío a la que, hace ya un tiempo, fue la ‘jefa’ del exministro. Lo mismo opinaban los contertulios que se encontraban en plató. Nadie entendió muy bien el distanciamiento del jefe del gobierno con la persona que él mismo nombró.

La presentadora había dejado claro que pensaba que Huerta debía dimitir tras la salida a la luz de sus antiguos problemas con Hacienda. Ahora, ya más reposada, quería aclarar por qué se había mostrado así. “Lo dije pensando en Màxim, porque iba a vivir un calvario como lo vivió Cifuentes”, explicaba en su programa. Quintana consideraba que lo mejor era poner solución rápido a todo el embrollo que se generó tras la publicación de la noticia.

Desde entonces, el exministro quiso poner distancia y trasladarse unos días a Londres acompañado de sus mejores amigos. Ha ido a conciertos, visto obras de teatro, paseado por la ciudad y aprovechado para hacer borrón y cuenta nueva tras la complicada situación que tuvo que pasar.