Ana Obregón, rota en el aniversario de la muerte de su hijo Aless Lequio: "No sufras cuando critican a tu mamá por haber cumplido tu último deseo"

“Cuando vi a mi hijo por primera vez entendí el significado de la vida” cuenta Ana Obregón (70 años) en sus memorias, ‘Así soy yo’, libro publicado en el año 2012 donde ya dejaba claro el profundo amor que sentía por su hijo, Aless Lequio. Este fue el único hijo que tuvo la polifacética actriz, que lo perdía un día como hoy hace ya cinco años. El 13 de mayo del año 2020 el joven Aless nos dejaba a los 27 años de edad debido a un terrible cáncer que había intentado superar durante años, habiéndose tratado en diferentes centros y con distintos médicos. Esto ha sido el peor bache que ha podido sufrir Ana en su vida, uno que todavía no ha conseguido superar y que seguramente jamás lo haga, siendo su nieta, Ana Sandra, su mayor ilusión y la que le aporta fuerza a día de hoy. Sin embargo, en el aniversario de este horrible día, Ana ha querido rendir homenaje a su hijo, al que jamás olvidará.

La emotiva carta de Ana Obregón a su hijo Aless

A través de su perfil oficial de Instagram Ana ha querido recordar a su hijo en este duro quinto aniversario desde que el joven se fue. "Mi amado hijo: Hoy hace cinco años que me quedé abrazada a ti cuando dios decidió que te fueras al cielo. Hoy hace cinco años que mi corazón dejó de latir con el tuyo", comienza escribiendo la actriz en este emocionante texto que ha acompañado de diferentes imágenes de madre e hijo en el pasado.

 

 

 

 

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"¿Sabes que el primer día de tu vida fue el primero de la mía y que el último día de tu vida fue también el último de la mía? Desde que duermes en el infinito, el dolor insoportable de tu ausencia cada día va a más", continua Ana, que deja claro lo terriblemente triste que sigue estando cinco años después de este triste fallecimiento. "No sufras cuando critican a tu mamá por haber cumplido tu último deseo de traer a tu hija al mundo, a mí no me duele porque tú me enseñaste el coraje y la valentía con tu ejemplo en esa lucha cruel contra el maldito cáncer", avanza, lanzando un dardo a todos esos que han criticado ferozmente el nacimiento de su nieta a través de gestación subrogada.

"Ojalá sientas la paz de saber que tu hija tiene todo el amor que me hubiera gustado darte, de saber que tu Fundación sigue financiando ensayos para la investigación del cáncer y aportando ese granito de arena para salvar vidas. Tu hija con su sonrisa , ternura y travesuras, es idéntica a ti y me ha devuelto de alguna manera la vida", expresa la bióloga, que está totalmente centrada en la crianza de su nieta, hija de su fallecido primogénito. "Esta noche, como cada noche , nos fundiremos en un abrazo eterno cuando Anita y el mundo duerman. SIEMPRE JUNTOS, amor de mi vida. Tu mamá y tu hija Anita", concluye Ana.

La gran pérdida de Ana Obregón

En una entrevista concedida a ‘Vanity Fair’ Ana comentaba no ser capaz de escuchar audios de su hijo: “El padre se pasa el día. Hace poco me mandó un vídeo y tuve que quitarle el sonido corriendo”, comentaba, siendo algo especialmente doloroso para ella, que creía que “hasta el final, te lo juro por mi vida, hasta dos días antes pensé que se iba a salvar. Entonces me dijeron: 'Mira Ana, parece que no hay solución'. Yo me levanté y los insulté a todos: '¡Esto se cura! No me digáis tonterías".

Al perder a su hijo asegura que no conseguía siquiera decir una palabra: “No podía hablar. Ni con mis íntimos amigos. Me comunicaba por WhatsApp. Durante los primeros tres días solo quería irme. Pero qué difícil es. Yo pensaba: ‘A ver, cómo lo hago’. Menos mal que he tenido a mis hermanas muy encima”, expresaba en esta entrevista, siendo muy importante para ella Celia y Amalia, sus dos grandes apoyos.

Sin embargo, hace un par de años todo cambió en la vida de la presentadora cuando su nieta, Ana Sandra, nacía en Miami a través de gestación subrogada con un proceso de fecundación in vitro con esperma de su hijo Aless. Al parecer, este siempre deseó poder ser padre y su progenitora quiso cumplir su sueño incluso después de su muerte.

Ana ha sido del todo sincera contando lo mucho que le ha ayudado tener a la pequeña en su vida, a la que ha prometido cuidar siempre: “Nunca te faltará mi amor inconmensurable ni nada económico, porque para eso tu abuela trabajó 40 años, esperando que tu papá lo heredara algún día y solo espero que cuando seas mayor rodeada del amor de todos tus primos, de tus 11 tíos, de tu abuela y de tu papá en el cielo seas una mujer fuerte, feliz, generosa, solidaria y sana, y que perdones como yo lo he hecho a los que te negaron tu derecho a vivir. Gracias mi Anita, por devolverme la vida”, escribía en sus redes.