Alejandra Rubio, hija de Terelu, abre las puertas de su casa

¡Por fin! Tras meses deseándolo, Alejandra Rubio ha abierto las puertas de su casa en pleno centro de Madrid. Un apartamento al que no le falta ningún detalle y que comparte con su novio Lobo...

La hija de Terelu ha querido mostrarle al mundo cómo es su vida y su día a día. Queda claro que Alejandra tiene la cabeza muy amueblada y no se deja llevar por impulsos. Además, es de lo más familiar. Tiene la casa llenita de recuerdos y detalles muy emotivos.

Alejandra y Álvaro se mudaron, hace ya seis meses, a un apartamento en pleno centro de Madrid. Y están encantadísimos con el cambio. Claro que no es para menos. ¡No les falta ni un detalle!

Se trata de un piso de dos habitaciones, con un baño, cocina equipadísima y un salón amplio y luminoso.

Es uno de sus rincones favoritos. El sofá, que también es cama -y que siempre tienen abierto-, desde donde pueden ver las series y películas y todos los recuerdos que guardan de su relación y de sus seres más queridos.

Se nota que Alejandra es una persona detallista. La hija de Terelu guarda numerosos recuerdos de ocasiones especiales o de su familia más cercana.

La hija de la colaboradora está encantada con esta nueva aventura. Sí, se independizó siendo joven pero la decisión ha ido sobre ruedas. También su madre está muy feliz viendo a su hija ya tan mayor y responsable.

Entre las muchas fotos que guardan Alejandra y Lobo, esta es una de las favoritas de la hija de Terelu. Estuvo de fondo de pantalla de su teléfono durante mucho tiempo y es una de las primeras que se hicieron.

Las Campos están muy presentes en el piso de Alejandra. La influencer guarda muchos recuerdos con su abuela y su tía Carmen.

No han sido unos meses sencillos para Alejandra, con la enfermedad y las operaciones de su madre, pero todo ha salido mejor de lo que se esperaba. Ahora, por fin, respiran tranquilas.

Pese a que han apostado por una decoración más bien minimalista, la cocina es toda una explosión de color. El rojo de los muebles contrasta con la sobriedad por la que siempre opta Alejandra.

La cocina cuenta con dos pizarras donde Alejandra y Lobo se dejan mensajes. Una la utilizan para hacer la lista de la compra y la otra para momentos tan románticos como este.

Son sus tazas favoritas. Tienen calaveras y se las regaló su tía Carmen.

En un lugar principal de la casa se encuentra el cuadro que les hizo Edmundo cuando supo que se iban a independizar. ¡Y están orgullosísimos de él!

El apartamento tiene un baño y pese a que Alejandra asegura que está hecho un desastre, no es verdad. Lo tienen todo limpísimo y muy ordenado.

Con una cama de matrimonio y tres cuadros, la habitación de Alejandra y Lobo es pura sencillez. Eso sí, la funda de leopardo que no falte.

Aunque la gente piense que es la mano de Alejandra, no es así. El arte y la moda están siempre presentes en su vida y también en su casa.

Lobo tiene su propio estudio, donde trabaja en su música y encuentra sus ratos para jugar a videojuegos. Ambos tenían claro que el apartamento que eligiesen tenía que contar con un estudio separado del resto de habitaciones.

La casa entera está repleta de fotografías tanto de la pareja como de sus seres queridos.

Han sido muchos cambios en los últimos meses pero Alejandra está entusiasmada con esta nueva vida. En septiembre empieza la carrera y ya está trabajando. Desde luego, es un ejemplo de responsabilidad.