Alba Silva retoma sus actividades diarias tras el alta médica de Sergio Rico

Alba Silva está retomando la vida que tenía antes de que su marido, Sergio Rico, sufriese aquel accidente y lo mantuviera ingresado durante tres meses tras haber recibido el alta médica

Sergio Rapado
Sergio Rapado

Periodista especializado en corazón y televisión

Sergio Rico Alba silva
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El 28 de mayo quedará marcado para siempre en la vida de Sergio Rico pero también en la de su mujer, Alba Silva. El guardameta del Paris Saint Germain sufría un accidente en la Romería de El Rocío, cuando un caballo desbocado acabó provocándole un traumatismo craneoencefálico. A partir de ahí vinieron casi tres largos y duros meses en los que la periodista intentaba aguantar el tipo como podía. Finalmente, el pasado jueves el portero andaluz recibía el alta médica y podía regresar a casa debido a su favorable recuperación.

Tras 82 días ingresado, pasando por la Unidad de Cuidados Intensivos e incluso por un coma inducido, la fortaleza del jugador ha hecho que pueda abandonar el Hospital Universitario Virgen del Rocío de la capital sevillana en la que se encontraba ingresado. Ahora, casi una semana después, el matrimonio trata de recuperar el día a día que tenían antes del fatídico accidente, tal y como está demostrando la propia Alba a través de sus redes sociales.

Alba Silva se hace un tatuaje

La recuperación del futbolista es muy larga y aún le queda mucho por delante, ya que han sido tres intensos meses que tanto el futbolista como su familia tardarán en olvidar. En la tranquilidad de su casa y no en un hospital, las cosas se ven de otra manera. De esta manera la pareja ha compartido varios momentos en sus redes sociales, como ha sido el recibimiento que le han dado las mascotas al deportista profesional o incluso la felicidad de poder meterse en la piscina de su hogar.

Así Alba ha querido lanzarles una pregunta a sus seguidores mientras se encontraba tumbada en una camilla de una sala de tatuajes. “¿Qué pensáis que me he tatuado?”, pregunta la mujer de Rico. Además, añadía una pista al tema en cuestión: “Todo lo puede”. En sus respuestas añadía que la mayoría habían acertado con el tatuaje en cuestión. Se trata de una pequeña cruz en su muñeca.

No obstante, Silva ha querido plasmar esta cruz como señal de la unión que ha demostrado tener con su marido, tras estos tres largos meses con los que ha tenido que lidiar con momentos muy complicados. Además, el primer aniversario del matrimonio coincidió en el hospital, por lo que no pudieron celebrar tan señalado día. A pesar de ello, la periodista destacó que lo más importante era que todo acabase saliendo bien y no la celebración del aniversario, puesto que ya podrían celebrarlo más adelante, añadiendo un motivo de peso mayor.

Además, la mujer del portero del club parisino también ha expresado su felicidad por compartir más momentos de su rutina diaria. De hecho, ha acudido junto a su marido a que este último pueda cortarse el pelo, algo que no ha podido hacer durante todo este tiempo en el hospital. Por último, Alba también ha compartido tiempo con sus amigas, una vez que cuenta con la tranquilidad de que su marido está fuera de peligro y se encuentra en pleno proceso de recuperación del brutal accidente sufrido a final de mayo.

Sergio Rico habla por primera vez

El pasado jueves se enfrentaba a una de sus ruedas de prensa más complicadas. El portero ya estaba acostumbrado a hablar delante de los micrófonos, dado su ampliada y dilatada experiencia profesional en el mundo del fútbol. Pero esta ocasión era distinta. “Hay que mantener unos meses más de calma”, comenzaba diciendo con la alegría de poder recuperarse en casa después de tanto tiempo en el hospital.

“Ha sido un sueño. Yo me desperté en el hospital. Me sigo emocionando. Muy feliz y dando las gracias a todos”, expresaba a la vez que trataba de mantener el tipo ante los medios presentes en el hospital de la capital andaluza. “Mi mujer ha pasado 20 horas al día conmigo. Estoy muy agradecido, sin ella no hubiese sido posible”, concluía. En ese momento miraba a su esposa que, un día más, se encontraba a su lado, a la que agarraba fuertemente de la mano mientras luchaba por no derramar ni una lágrima.