La hospitalización de Jorge Javier Vázquez ha devuelto a la actualidad estos accidentes cerebrovasculares. Al presentador le diagnosticaron un ictus que él no detectó, pues solo sentía "que le dolía la cabeza". Además se desmayó en casa y perdió la consciencia durante unos minutos.

El de Badalona no está solo, pues un montón de famosos ya pasaron por esto antes y todos se recuperaron. Nosotros aprovechamos para repasar aquellas celebridades que han vivido accidentes cerebrovasculares, los superaron, venciendo los propios límites de sus cuerpos, recuperándose y volviendo a ser los que eran. Porque los infartos cerebrales son terribles, pero si uno actúa de una manera pronta y se rehabilita, uno puede volver a ser el que era.

Mujeres como Silvia Abascal, María Escario o Montserrat Caballé demuestran que no hay un único perfil para padecer esta clase de infarto. A Silvia le sorprendió en un Festival de Málaga, cuando solo tenía 32 años, en cambio, a la soprano le sucedió a punto de cumplir los 80. Y con los hombres también ocurre lo mismo, Jaime de Marichalar se enfrentó a duras sesiones de rehabilitación con 38, y tuvo bastante menos suerte que la periodista María Ecario, quien no conserva ni una secuela del derrame que sufrió en 2012. En cambio, el exmarido de la infanta perdió movilidad en uno de los lados de su cuerpo y necesita la ayuda de un bastón para su día a día.

Pero, ¿qué es un ictus? Ocurre cuando el cerebro no recibe el oxígeno o los nutrientes que necesita para funcionar porque se ha roto o se ha obstruido algún vaso sanguíneo encargado de suministrar estos elementos vitales para el cerebro.

Vale, y tú dirás, “muy bien, ahora sé lo que es un ictus, que es importante actuar rápido y que se sale de esta clase de infarto cerebral, pero de lo más importante de todo que es cómo saber si estoy padeciendo uno no me habéis dicho nada”. Toda la razón. Atento: si te notas un gran dolor en la cabeza, que comienzas a perder sensibilidad, hormigueo, que no te responde el cuerpo, que oyes y ves con dificultad, te cuesta comunicarte y pensar con claridad, dirígete a un hospital y deja que te examinen. Con el ictus no hay tiempo que perder.