Oh, oh ¡problemas en el paraíso! La idílica relación que ha caracterizado a los fans de OT 2017 con el formato ha sufrido una pequeña decepción amorosa. La noticia de los dos primeros conciertos llenó de alegría a los seguidores, pero esta felicidad se ha vuelto, en cierto modo, agridulce.
No todos los fans, en un gran porcentaje adolescentes y jóvenes, están dispuestos o no pueden pagar el precio que se ha fijado para los dos shows, especialmente el de Madrid que es más caro que el que tendrá lugar en Barcelona, que tendrá lugar en el Palau Sant Jordi. En concreto, las entradas para verlos en el Palacio de Vista Alegre, en la capital, se sitúan a partir de los 40 euros y los más de 100 euros, dependiendo del grado de visibilidad escogida, e, incluso llega a los 178 si seleccionamos la categoría de ‘Premium Party’. Un capricho solo apto para fans pudientes o aquellos tan devotos del fenómeno que deciden hacer un auténtico sacrificio económico.
Cuando el 22 de diciembre se pusieron a la venta las entradas, muchos corrieron a las redes a quejarse por los precios que se habían encontrado al ir a adquirirlas en la web. Muchos tacharon de “abusivos” la cantidad fijada y compararon lo que habían gastado en otros tickets para ver a artistas de la talla de Beyoncé o Shakira. Y sí, en algunas de estas comparaciones, la organización responsable de los espectáculos de OT no salía bien parada. “Cuenta la leyenda que con la entrada Premium pasas directamente a la final de OT2018 y representas a España en el próximo final de Eurovisión”, decía un usuario con socarronería, mientras que otro analizaba “son mucho más caras que las de cualquier artista internacional. Por no hablar de las diferencias entre Madrid y Barcelona. Espero que se planteen una bajada de precios o me temo que se las comerán”.
¿La gallina de los huevos de oro ha terminado picando a sus dueños?