Carlos Sobera, atónito ante la atípica profesión de una comensal en 'First Dates'

'First Dates' vuelve a abrir, como cada noche, las puertas de su restaurante. Una decena de solteros se acercan hasta el local para buscar el amor. Como ya adelantaba la voz en off del dating show, las citas iban a ser muy dispares. Sin embargo, entre todos los comensales hay una que ha captado la atención de los espectadores. Ángela se presentó a Carlos Sobera con la clara intención de buscar a un acompañante de viaje: "Quiero vivir el resto de mi vida con alegría". Tiene 63 años, pero también, una energía arrolladora. Antes era abogada. Ahora, aprovechando la jubilación, ha vuelto a acercarse a su faceta más espiritual.

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Todo se descubrió cuando Carlos Sobera le preguntó si tenía alguna cualidad especial que le pudieran contar a su cita. "Es que mejor no la diga porque igual se asusta. Yo estoy muy relacionada con el mundo espiritual, entonces tengo mucha relación con los espíritus. Entiendo la vida de otra manera", dijo al presentador de 'First Dates'. Sí, Ángela es medium y ha ejercido como tal. "La mediumnidad es ser canal, canalizar a un espíritu o a un desencarnado, a alguien que ya ha perdido su cuerpo físico. Entonces tú les dejas tu cuerpo, tu mano o tu oido, para que pueda comunicarse a través de ti", confesó a cámara.

Ángela asume que es un poco rara y prefiere guardarlo en secreto, para que no se asusten. "Les da como rollo", asegura. "Como mal rollo", puntualiza Sobera. Aunque eso no duró mucho tiempo. Especialmente porque tiene claro que, si su cita no lo entiende, no se irá con él.

Se sentó a cenar con José, un dibujante jubilado. Tiene mucho tiempo libre, aunque sigue dedicando gran parte de su tiempo a su pasión: el cómic. Pese a esto, Carlos Sobera ya los veía viajando y aprovechando su condición de jubilados. La primera impresión fue buena. Él tiene pelo y ella no aparenta la edad que realmente tiene, ni física ni emocionalmente. José está convencido de que piensan parecido. "Dices una cosa y yo estoy pensando lo mismo", dijo él, hasta que se acercaron a un tema, digamos, escabroso.

Ángela encaminó la conversación preguntando por el horóscopo. "¿No serás acuario cómo yo?", cuestionó. Pero no. "Soy aries con ascente leo", respondió. "Me gustan mucho los aries. Tenéis mucha capacidad para iniciar cosas, pero luego, por otro lado, sois un poco controladores. Y Leo también es fuerte", apuntaba. José no estaba de acuerdo con lo de controlador, pero Ángela, por si acaso, quería hacerle la carta astral. "Y así veo si me conviene o no", comentó. Terminado el tema 'horóscopo', Ángela se lanzó a por la mediumnidad. José se quedó sin palabras.

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"Eres un poco filósofa", comentó, tratando de aliviar la tensión. "Más bien espiritual", puntualizó. José estaba cada vez más anonadado. "Cada uno con su tema. A mí la reencarnación y el horóscopo me llaman la atención, pero por encima. Yo me apasiono con lo mío, que es el dibujo y el cómic", zanjó. Terminó la cita y llegó el momento de pagar. Pero antes, José se llevó un 'zasca'.

"Yo soy más espiritual y él más cuadriculado", respondió ella cuando le preguntaron en la barra qué tal había ido la cita. Pagaron a medias y eso no le gustó a la medium, que esperaba una invitación. Él abogó por la igualdad, ella por los detalles y la educación. A Ángela le pudo el carácter y terminó faltandole un poco al respeto, o eso parecía. "Ahora ya no me gustaría nada (con él)", gritó. Pero era todo una broma. Se fueron juntos del restaurante y cogidos del brazo. "Que yo soy un caballero", apuntó José.