La brisa suave del Mediterráneo, el rumor de las olas y el azul infinito del cielo menorquín son el telón de fondo del refugio estival de Ana Belén y Víctor Manuel en Puerto Maó. Este enclave privilegiado, situado en el corazón del puerto natural de Mahón, ha sido durante años el secreto mejor guardado de la pareja.
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Historia de Mahón: un puerto con siglos de leyenda
Puerto Maó, ubicado en el extremo oriental de Menorca, forma parte del legendario puerto de Mahón, considerado el segundo puerto natural más grande del mundo, con más de seis kilómetros de longitud y una historia que se remonta al siglo III a.C.
Por su estratégica ubicación y su capacidad para ofrecer refugio a navegantes, Mahón fue codiciada por fenicios, griegos, cartagineses, romanos y, siglos después, por británicos y franceses. Durante el siglo XVIII, la ciudad vivió tres periodos de dominación inglesa y algunos años bajo control francés, lo que dejó una profunda huella en su arquitectura y costumbres.
Las fortificaciones como el castillo de San Felipe y la imponente Mola de Mahón son testigos de las batallas y conquistas que marcaron la historia local. La Isla del Rey, en el centro del puerto, fue escenario del desembarco del rey Alfonso III en 1287 y, más tarde, hospital militar durante la ocupación británica. Hoy, el puerto y sus islotes son un museo al aire libre, donde cada piedra narra un capítulo de la historia mediterránea.
Qué ver y hacer en Puerto Maó y sus alrededores
El refugio de Ana Belén y Víctor Manuel se encuentra en una de las zonas más exclusivas y tranquilas de Puerto Maó, rodeada de naturaleza y con vistas privilegiadas al mar. Desde aquí, es imprescindible recorrer Puerto Maó en barco, una experiencia que permite descubrir las antiguas baterías militares, el lazareto, la fábrica de ginebra y las casas señoriales que bordean la costa. Entre las visitas destacadas están:
Hoy alberga el centro de arte Hauser & Wirth, donde se fusionan exposiciones de arte contemporáneo, gastronomía y talleres culturales en un entorno histórico único.
Un impresionante ejemplo de arquitectura militar del siglo XIX, con vistas panorámicas y túneles subterráneos para explorar.
- El casco antiguo de Mahón
Calles empedradas, plazas animadas y edificios de aire colonial invitan a perderse y descubrir rincones llenos de encanto.
- Excursiones a calas vírgenes
Desde Punta Maó es fácil acceder a playas como Cala Mesquida o Es Grau, donde el agua turquesa y la arena blanca son protagonistas.
Gastronomía local: sabores del mar y la tierra
Menorca es un paraíso para los amantes de la buena mesa. En Mahón, la tradición marinera se refleja en platos como la caldereta de langosta, el arroz caldoso y el pescado fresco a la menorquina. No puede faltar el queso Mahón, de sabor intenso y textura cremosa, ni la sobrasada, embutido típico que se disfruta en tostadas o acompañado de miel.
Puerto Maó está repleto de restaurantes con terrazas frente al mar, donde probar mejillones de las bateas locales, gambas rojas y la famosa ensaimada menorquina. Para los más curiosos, una visita a la fábrica de ginebra Xoriguer permite conocer la influencia británica en la isla y degustar este destilado aromático, símbolo de Mahón.
Tradiciones y festividades: el corazón cultural de Menorca
La vida en Mahón y sus alrededores está marcada por celebraciones que mantienen viva la identidad menorquina. Destacan las fiestas de Sant Joan, con caballos y jinetes recorriendo las calles, y la Semana Santa, donde las procesiones llenan la ciudad de solemnidad y emoción. Durante el verano, los mercados nocturnos, conciertos al aire libre y festivales de música convierten Puerto Maó en un hervidero de cultura y alegría.
La tradición británica aún se percibe en la arquitectura y en costumbres como el "gin amb llimonada", la bebida típica de las fiestas patronales. Además, el arte contemporáneo ha encontrado un nuevo hogar en la Isla del Rey, donde artistas de todo el mundo exponen sus obras y dialogan con la historia del lugar.
Atractivos únicos: naturaleza, arte y refugio de celebridades
Lo que diferencia a Puerto Maó de otros destinos es su equilibrio entre historia, naturaleza y exclusividad. Aquí, la tranquilidad es absoluta incluso en pleno verano, y la presencia de Ana Belén y Víctor Manuel ha contribuido a consolidar su aura de refugio selecto y discreto.
El entorno protegido del Parque Natural de S’Albufera des Grau, muy próximo a Puerto Maó, ofrece rutas de senderismo y observación de aves en un paisaje de lagunas y dunas intactas. La Reserva de la Biosfera de Menorca garantiza que el desarrollo turístico respete el entorno, lo que se traduce en playas vírgenes, aguas limpias y una atmósfera serena.
Dónde dormir: alojamientos con encanto y vistas inolvidables
En Puerto Maó y sus alrededores abundan las opciones de alojamiento para todos los gustos. Destacan los hoteles boutique con vistas a Puerto Maó, casas señoriales reconvertidas en alojamientos de lujo y apartamentos turísticos perfectamente equipados. La Marina Port Mahón es ideal para quienes llegan en barco o buscan un ambiente náutico exclusivo, con todos los servicios y comodidades.
Para quienes prefieren la privacidad, existen villas y chalets de alquiler, muchos de ellos rodeados de jardines y con acceso directo al mar.