En la costa vizcaína, a escasos minutos de Bilbao, se alza Getxo, un municipio que combina la sofisticación de la alta burguesía vasca con el sabor marinero de sus barrios históricos. Este enclave, residencia de ilustres apellidos y conocido por sus palacetes y su ambiente aristocrático, es también el escenario de la infancia y los recuerdos de la presentadora Tania Llasera (45 años), quien ha compartido en varias ocasiones su nostalgia y cariño por la calidad de vida de su pueblo natal.
Convertida en una embajadora involuntaria del País Vasco, Llasera ha puesto en valor, a través de sus redes, la tranquilidad, la belleza y la autenticidad de Getxo, un lugar donde tradición y modernidad conviven en armonía.
Historia: de villa marinera a refugio de la élite
El escritor getxotarra Antonio Menchaca plasmo como nadie el auge y decadencia de este barrio en su novela " Las cenizas del Esplendor." La localidad de Getxo se formó alrededor del Monasterio de Santa María durante la Edad Media, bajo el patronato de la casa solar de la familia Jauregui.
Sus primeros habitantes eran agricultores y pescadores, especialmente en el barrio de Algorta, famosos por su destreza con los barcos y por sus labores de salvamento en la ría del Nervión. Durante siglos, el pueblo fue testigo de banderías y luchas entre linajes vizcaínos, hasta que, en el siglo XIX, la industrialización transformó su fisonomía.
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La llegada de la alta burguesía bilbaína, atraída por la belleza del Abra y la cercanía a Bilbao, impulsó la construcción de majestuosos palacetes en barrios como Las Arenas y Neguri. El desarrollo del ferrocarril y la creación del emblemático Puente Bizkaia, primer puente transbordador del mundo y hoy Patrimonio de la Humanidad, consolidaron a Getxo como símbolo de prosperidad y modernidad.

Galerías de Punta Begoña (Getxo). Uno de los edificios más significativos de principios del siglo XX en Bizkaia y Euskadi.
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En la actualidad, el municipio sigue destacando por su elevada renta y su ambiente distinguido, sin haber perdido el sabor marinero de sus orígenes.
Qué ver y hacer: imprescindibles de Getxo
Getxo ofrece al visitante una combinación única de patrimonio, naturaleza y cultura. Entre los lugares y actividades que no pueden faltar en la agenda destacan:
- Puente Bizkaia: Un icono de la ingeniería industrial, declarado Patrimonio de la Humanidad, que une Getxo con Portugalete y permite disfrutar de panorámicas impresionantes desde su pasarela peatonal.
- Puerto Viejo de Algorta: Un laberinto de calles empedradas, casas blancas y bares tradicionales donde degustar pintxos frente al mar. Es el alma marinera de Getxo y escenario de numerosas fiestas populares.
- Paseo de las Grandes Villas: Un recorrido por la arquitectura de la alta burguesía, con palacetes y jardines que evocan el esplendor de finales del XIX y principios del XX.
- Galerías Punta Begoña: Espacio singular junto a la playa de Ereaga, ejemplo de la modernidad arquitectónica de la villa y punto de encuentro cultural.
- Acantilados de La Galea: Ruta natural por espectaculares acantilados, con miradores, el faro y el Fuerte de La Galea, ideales para senderismo y fotografía.
- Playas de Ereaga, Arrigunaga y Las Arenas: Arenales perfectos para el baño, el surf o simplemente pasear junto al Cantábrico.
Gastronomía: sabores del mar y la tierra
La oferta gastronómica de Getxo es un reflejo de la riqueza culinaria vasca. En sus restaurantes y tabernas se pueden saborear platos emblemáticos como el bacalao al pil-pil, el marmitako (guiso de bonito y patatas), la merluza en salsa verde y la txuleta de buey a la parrilla, acompañada de pimientos verdes y patatas.
Los pintxos, pequeñas delicias sobre pan, son una institución local y se disfrutan especialmente en el Puerto Viejo.
El marisco ocupa un lugar destacado: percebes, almejas y nécoras frescas son imprescindibles. Para los más golosos, la pantxineta –hojaldre relleno de crema y almendras– y el tocinillo de cielo son postres que conquistan a cualquier visitante. Además, Getxo cuenta con bodegas y sidrerías donde degustar vinos y sidras locales, completando una experiencia gastronómica inolvidable.
Tradiciones y festividades: el pulso cultural de Getxo
La vida cultural de Getxo se mantiene viva gracias a un calendario repleto de fiestas y tradiciones. El Concurso Internacional de Paellas de Aixerrota, celebrado cada 25 de julio desde 1956, reúne a cientos de cuadrillas en las campas para cocinar y disfrutar en comunidad.
Las fiestas del barrio de Santa Ana en Las Arenas incluyen conciertos, sardinadas, danzas vascas y actividades para todas las edades, mientras que el Puerto Viejo de Algorta celebra el Día del Pijama y concursos de marmitako en septiembre.

Playa de Getxo en País Vasco.
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Otras celebraciones destacadas son las Fiestas de San Nicolás en agosto, con bajada de cuadrillas, desfiles de cabezudos, deportes rurales y espectáculos pirotécnicos en el Puerto Viejo, y las fiestas de La Humedad en noviembre, que combinan procesiones, danzas y concursos gastronómicos. Estos eventos reflejan el espíritu participativo y la hospitalidad de los getxotarras.
Atractivos únicos: lo que diferencia a Getxo
Getxo se distingue por su capacidad para conjugar el legado de la alta burguesía con la autenticidad marinera. La convivencia de palacetes y casas de pescadores, la cercanía a Bilbao y la oferta de naturaleza, cultura y gastronomía hacen de este municipio un destino singular en la cornisa cantábrica.

Molino de viento de Aixerrota.
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Dónde dormir: alojamientos para todos los gustos
La oferta hotelera de Getxo es variada y de calidad, adaptándose a las preferencias de cada viajero. Entre los alojamientos más destacados se encuentran:
- Hotel Igeretxe: Situado en la playa de Ereaga, ofrece habitaciones con vistas al mar y un entorno pintoresco, ideal para quienes buscan relajarse junto al Cantábrico.
- Petit Palace Tamarises: Hotel boutique frente a la playa, inaugurado en 1930, que combina historia y modernidad en un ambiente exclusivo.
- Hotel Artaza: Ubicado en un parque, este hotel histórico es perfecto para quienes prefieren un entorno tranquilo y rodeado de naturaleza.