Están 'escondidas' en el País Vasco y son las piscinas naturales más sorprendentes del Norte: un oasis de tranquilidad y belleza natural para un verano diferente

Descubre el secreto mejor guardado del Alto Deba: historia y sabor vasco en un entorno que despierta los sentidos y enriquece el alma

Poza Osako Oñati Guipuzcoa
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En el interior de Guipuzkoa, a pocos minutos del casco urbano de Oñati, las Pozas de Usako emergen como un oasis de tranquilidad y belleza natural. Este enclave, bañado por las aguas frías y cristalinas del río Arantzazu, es el refugio perfecto para quienes buscan escapar del bullicio y sumergirse en un entorno auténtico, rodeado de vegetación y aire puro.

El acceso sencillo —a pie, en bicicleta o en coche— y la presencia de zonas verdes para descansar convierten a Usako en un destino imprescindible para los amantes del turismo de naturaleza y los viajeros curiosos por descubrir tesoros ocultos del País Vasco.

Oñati: historia, nobleza y cultura

El municipio de Oñati presume de un pasado rico y singular. Sus orígenes se remontan a la Edad Media, cuando surgió como villa agrícola y ganadera bajo la influencia de linajes poderosos, como los Lazarraga, impulsores de monumentos y tradiciones locales. El nombre Oñati, que significa en Euskera “lugar abundante en colinas”, refleja su ubicación privilegiada en el Alto Deba, rodeada de montañas y valles fértiles.

Oñati en San Sebastián
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La industrialización del siglo XIX trajo prosperidad y modernidad, pero el pueblo supo conservar su esencia, visible en su arquitectura, fiestas y costumbres.

La Universidad Sancti Spiritus, fundada en el siglo XVI, fue la primera del País Vasco y símbolo del espíritu ilustrado de la villa, mientras que el Santuario de Arantzazu, a pocos kilómetros, es un referente espiritual y artístico de la región.

Qué ver y hacer: naturaleza, patrimonio y aventura

Las Pozas de Usako son el punto de partida ideal para explorar Oñati y su entorno. La zona de baño, situada junto a una pequeña cascada, invita a zambullirse en aguas frescas (entre 14 y 16 grados) o simplemente relajarse en el césped, rodeado de árboles y el murmullo del río. El área cuenta con aparcamiento y acceso adaptado, lo que la hace perfecta para familias, grupos de amigos o viajeros solitarios en busca de paz.

Usako en Oñati
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Más allá de Usako, Oñati ofrece un abanico de visitas imprescindibles:

  • Universidad Sancti Spiritus: joya renacentista con claustro y artesonado mudéjar, testimonio del esplendor académico local.
  • Iglesia de San Miguel Arcángel: templo gótico con un impresionante claustro sobre el río Ubao.
  • Plaza de los Fueros: corazón del pueblo, rodeada de palacios barrocos y animada por terrazas y comercios tradicionales.
  • Cueva de Arrikrutz: una de las más extensas de Gipuzkoa, famosa por sus hallazgos paleontológicos y su espectacular recorrido subterráneo, ideal para familias y amantes de la espeleología.
  • Santuario de Arantzazu: icono espiritual y arquitectónico, punto de partida de rutas de senderismo por el Parque Natural de Aizkorri-Aratz.

Para los más activos, las rutas en bicicleta por la vía verde, el senderismo por los acantilados de La Galea o la observación de aves en los alrededores son alternativas perfectas para conectar con la naturaleza.

Gastronomía: tradición y producto local

Oñati es sinónimo de buena mesa. La gastronomía local se nutre de productos de la tierra y el mar, ofreciendo una experiencia culinaria genuina y variada.

Entre los platos más representativos destacan el chuletón de buey, el cordero asado, la carne de caza y los embutidos artesanales, elaborados con recetas transmitidas de generación en generación. 

Pierna de cordero asada
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Los buenos pescados, como el rodaballo, la merluza o el rape, se preparan a la parrilla o en salsa verde, mientras que los guisos tradicionales, como el marmitako y las kokotxas, conquistan a los paladares más exigentes.

El queso Idiazábal, con denominación de origen, es el gran protagonista en pintxos y tablas, acompañado de pan artesano y miel local. 

Para los más golosos, el pastel vasco y el pastel del peregrino son imprescindibles, maridados con sidra artesanal o txakoli de Getaria elaborado en bodegas cercanas, algunas de las cuales ofrecen visitas guiadas y catas.

Tradiciones y festividades: el alma de Oñati

La vida cultural de Oñati late con fuerza gracias a un calendario festivo repleto de eventos singulares. La procesión del Corpus Christi, con más de 500 años de historia, es una de las celebraciones más antiguas y espectaculares de Euskadi, donde los dantzaris y apóstoles personificados recorren las calles en una coreografía única. 

El concurso internacional de perros pastor y el herri eguna, exaltación de la cultura campesina, reúnen cada año a vecinos y visitantes en torno a muestras de artesanía, música y gastronomía tradicional.

Otras fiestas, como las de San Miguel o las celebraciones de los barrios, animan el pueblo con conciertos, deportes rurales, danzas y actividades para todas las edades, reflejando el carácter hospitalario y participativo de los oñatiarras.

Atractivos únicos: naturaleza, historia y autenticidad

Lo que distingue a Oñati y a las Pozas de Usako es la perfecta simbiosis entre naturaleza, patrimonio y vida local. La posibilidad de bañarse en aguas puras a pocos minutos de un casco histórico monumental, la cercanía de enclaves como la cueva de Arrikrutz o el santuario de Arantzazu, y la autenticidad de sus fiestas y costumbres convierten este destino en una propuesta diferente y memorable.

Dónde dormir: descanso entre montañas

La oferta de alojamientos en Oñati es amplia y variada, adaptada a todos los gustos y presupuestos. Entre las opciones más destacadas se encuentran:

  • Hotel Torre Zumeltzegi: ubicado en una torre medieval restaurada, en pleno casco antiguo, ofrece habitaciones con encanto y vistas a la campiña vasca.
  • EtxeAundi Hotel Boutique: ideal para quienes buscan tranquilidad, rodeado de jardines y con restaurante de cocina vasca tradicional.
  • Casa Rural Arregi: perfecta para familias o grupos, a 3 km del centro, con vistas panorámicas y ambiente rural.
  • Iraipe Santuario de Arantzazu Hotel: junto al santuario, en plena naturaleza, ideal para senderistas y peregrinos.
  • Soraluze Hotela: moderno y funcional, con gimnasio y jardín, a pocos minutos de los principales puntos de interés.