Cuarenta y cinco títulos nobiliarios acreditan a Cayetana de Alba como la mujer más laureada de nuestra aristocracia. Sin embargo, esta fama no ha detenido nunca a la duquesa de administrar su vida con una libertad atípica en la alta sociedad. ¿Su última sorpresa? Casarse con un excura.

“Nuestro amor se basa en que nos reímos mucho”

Cayetana de Alba lleva viuda desde 1972, año en el que el padre de sus seis hijos, Luis Martínez de Irujo, falleció de cáncer. De forma inesperada, ahora Cayetana ha encontrado a su nuevo amor en Jesús Aguirre, un intelectual que ejerció como sacerdote católico hasta 1969, y que ahora ha cambiado el ministerio de Dios por el de Cultura, pues trabaja como alto cargo del Gobierno en la Dirección General de Música y Danza.

La pareja anunció su compromiso en el palacio de Liria. “¿En qué basan su amor?”, les preguntamos. “Nos reímos mucho juntos”, dijo el novio. Sin embargo, no lo hizo con rostro divertido. Aguirre es autoritario. Pelo gris, gafas de burgués intelectual, con ademanes de hombre que siempre ha sido ‘niño bien’, habla de forma tajante, como si sus palabras fueran definitivas, dogmáticas. “Nos conocimos hace dos meses”, dice la duquesa ante la prensa, y él no duda en corregirla: “No, Cayetana, hace cuatro meses y veintitantos días”.

“Todo el que se casa conmigo es duque de Alba”

El cura Aguirre –como se le conoce en el mundillo literario– tendrá el título que le corresponde. “Todo el que se casa conmigo es duque de Alba”, defiende Cayetana. “¿Cómo han reaccionado sus hijos al compromiso?”, nos interesamos. “Muy bien, todos están muy felices, especialmente Carlos, y más aún después de conocer a Jesús”, responde.

La boda se celebra el 16 de marzo, a las 12 del mediodía, en el palacio de Liria. Aunque deseaban que transcurriera en la más estricta intimidad, al final hay 120 invitados. Entre ellos no están los reyes Juan Carlos y Sofía, pese a que la casa real siempre ha tenido buena relación con los Alba (hasta el punto de que los condes de Barcelona apadrinaron el enlace con Luis Martínez de Irujo). Tras la ceremonia, los novios parten a Biarritz para pasar su luna de miel.