“¿La carne congelada pierde calidad y sabor?”. Esta es una de las preguntas más frecuentes que giran en torno a la cocina. La polémica ya servida divide a los amantes de la carne. Hay quienes optan por congelar algunas porciones mientras que otros solo la consumen fresca. Más allá de este debate, los expertos se han pronunciado. Mariano Sánchez, carnicero con más de 32 años de oficio tiene la respuesta.
Adiós a la carne descongelada en el microondas
El experto en carnes ha terminado con el gran debate en uno de sus vídeos más virales. “Es un mito”, asegura. “Dicen que pierde sabor y que no es lo mismo”, pero la realidad es diferente según Mariano. Ni el frío ni el tiempo merman su calidad. “Lo que arruina la carne congelada es que esté mal envuelta”, asegura. Este es uno de los errores más frecuentes y es más importante de lo que muchos creen. Utilizar un material o envase adecuado y cubrir toda la porción de carne es fundamental para mantenerla en buen estado, pero esto no es todo.
También la forma en la que la descongelamos importa. El experto advierte. “Otro error es a la hora de descongelar la carne que lo hagas a temperatura ambiente”, cuenta. En esta misma línea, tampoco recomienda hacerlo “en el microondas”. Para los carniceros, la mejor forma de descongelar una carne es en la nevera 24 horas antes de consumirla. También debe colocarse sobre un recipiente para evitar cualquier tipo de contaminación cruzada.
En este caso, todavía puede mantenerse en la nevera uno o dos días más, siempre y cuando no estuviese caducada antes. Lo mismo ocurre con el tiempo que podemos mantenerla intacta. “La carne congelada la puedes tener más de tres semanas que si lo has hecho bien. No se te va a quedar ni seca, ni va a perder sabor, ni calidad. La vas a notar como el primer día”, asegura Mariano Sánchez.
La carne envasada al vacío es un sí
El experto que comparte consejos a través de sus redes sociales también ha desmentido uno de los mayores mitos sobre la cocina carnívora. “La carne envasada al vacío, aparte de que dura mucho más, al tenerla en frío mejora su textura”, cuenta sobre este importante asunto. Lo cierto es que todavía hay quienes temen a las carnes envasadas porque creen que su calidad no es tan buena como la de una carne fresca, pero en realidad se equivocan.
“Es más, al estar en vacío hace un tipo de maduración que permite que las enzimas de la carne actúen, ablandando su sabor y su jugosidad”, añade el experto sobre esta opción ideal. Su consejo es claro. “Si tienes la oportunidad de llevarte a casa la carne en vacío te lo recomiendo”, sentencia.
¿Pollo amarillo certificado o pollo blanco normal?
La cocina es un arte complicado. Nada es tan sencillo como parece. De hecho, no toda la magia se elabora en los fuegos. La elección, la calidad y el trato de los productos también importa, especialmente cuando se trata de carnes. Por este motivo, Mariano Sánchez también ha esclarecido cuáles son las diferencias más comunes entre un pollo amarillo certificado y un pollo blanco normal. Cada uno posee unas cualidades distintas y la mejor elección dependerá de resultado que busquemos.
“¿Tú eres consumidor de pollo amarillo certificado o pollo blanco normal y corriente?”, es una pregunta que lanza a su comunidad. La respuesta es clara. “El pollo amarillo certificado crece mucho más lento, tiene una alimentación más controlada y se usan menos antibióticos”, cuenta el experto. Además, asegura que “tiene más sabor y menos agua a la hora de cocinarlo”. Esta opción es ideal para quienes buscan un sabor más intenso.
Por otro lado, Mariano ha destacado que “el pollo blanco crece mucho más rápido”. “Los criaderos del blanco son más industriales y es más barato”, cuenta. Pero quizás lo más importante es que “tiene menos sabor y retiene más agua”. Todos estos elementos importan. Lo mismo ocurre con la ternera o el cerdo. La calidad de la carne y su lugar de procedencia es uno de los elementos más importantes que muchos pasan por alto. Por este motivo, escoger el producto ideal que se adapte a nuestras expectativas es clave en el resultado.