Se avecinan cambios importantes en los cajeros automáticos de toda España. Las entidades bancarias deberán implementar ciertos avances para cumplir con la normativa, dado que así está estipulado en la Ley de accesibilidad que fue aprobada hace dos años, en mayo de 2023.
La meta es conseguir que todos los ciudadanos tengamos las mismas oportunidades en el acceso a productos y servicios, poniendo atención a las necesidades de las personas que tienen alguna discapacidad.
Así, en el caso de la retirada de efectivo o el ingreso de dinero, así como en la actualización de la actividad financiera, es esencial que cuenten con recursos que les ayuden a realizar todas esas tareas cotidianas en las que hasta ahora se presenta una serie de dificultades a tener en cuenta.
Será a partir del 28 de junio cuando observemos esas modificaciones, de forma paulatina, que consisten en ofrecer la información mediante varios canales sensoriales, de cara a que todas las personas encuentren el más adecuado para el acceso sencillo al servicio que quieren obtener en los cajeros.
Más canales sensoriales
El sábado, 28 de junio, empezaremos a observar cambios en los cajeros automáticos que van a permitir una mayor accesibilidad. Se adaptan a la nueva normativa, que se aprobaba hace ya dos años y que obliga a las empresas a adaptarse a las necesidades de todos los colectivos para el acceso a sus productos y servicios.
La implementación de avances y medidas para garantizar la autonomía y seguridad de las personas con discapacidad afecta a todas las máquinas de las entidades bancarias en todo el país. Han sido muchas las reivindicaciones que se han hecho en las últimas décadas, sin una respuesta clara para que no solo sea la pantalla principal o el teclado numérico los canales para operar.
Las personas que necesiten alternativas podrán activar una opción de voz o ampliar las posibilidades táctiles, en caso de que presenten alguna discapacidad visual o auditiva. Se ajustan de esta forma a la operativa vigente en otros muchos países en los que ya existen esas alternativas.
La meta es eliminar las barreras y también permitir que todos los ciudadanos podamos acceder a los servicios financieros en igualdad de condiciones, de manera autónoma, sin requerir la ayuda de un tercero, lo que nos aporta también una mayor seguridad e intimidad.
Los plazos, generosos con los bancos
Como suele ocurrir con la puesta en marcha de ciertas medidas que tienen que ver con los avances tecnológicos, hay unos plazos más o menos generosos. Hacer cambios en todos los cajeros no es sencillo y, por eso, hasta el 29 de junio de 2030 los bancos se pueden poner las pilas en este sentido.
También se permite agotar la vida útil de los cajeros automáticos que están incorporados a las distintas sedes y sucursales. Eso sí, no se podrá extender más allá de los 10 años desde que comenzara su operatividad y actividad, tal y como explican en 'Eldiario.es'.
Estar a la vanguardia es muy importante y las entidades bancarias lo saben. De hecho, suelen llamar la atención de sus clientes con la mejora en los servicios o, por ejemplo, adelantando el cobro de ciertos subsidios o pagas extraordinarias. Por eso, seguro que una vez los primeros empiecen a incorporar los avances, habrá una renovación más acelerada en el resto de firmas.
Favorecer la accesibilidad
La Ley 11/2023, que fue promulgada el 9 de mayo de hace dos años, tiene como objetivo eliminar barreras que todavía perciben muchas personas a la hora de acceder a ciertos productos y servicios.
Afecta principalmente, en cuanto a los cambios necesarios, a la interfaz y diseño de la funcionalidad, el suministro de información y los servicios de apoyo para operar en cajeros automáticos o terminales de pago, así como máquinas expendedoras de billetes.
