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Hablo con Jordi González. Hace apenas tres meses estaba apagado, tristón, temía perder la vista, su futuro profesional era oscuro… “¡Estoy bien, tirando a muy bien!”, me dice ahora exultante de alegría. Ha recuperado casi totalmente la visión del ojo izquierdo, en el que tuvo el desprendimiento de retina, y conduce con mano maestra el debate de ‘GH DÚO’. “Me siento muy a gusto en el programa y además esas cifras de audiencia son un gran estímulo”.
Mi amigo Jordi es el ser menos exhibicionista y más discreto sobre la tierra, cosa difícil en esta bendita profesión tan desenvuelta. Contaré una anécdota que me ocurrió trabajando con él: después de dos años juntos, el productor del programa me dijo: “Voy a ausentarme porque me caso”. Ah, felicidades, bien. Esa noche Jordi me comentó: “El viernes vamos a grabar el programa porque se casa mi hermano”. Yo: “Oh, qué casua… pero ¿sois hermanos?” ¡Dos años trabajando juntos! (Quizá es que tampoco soy muy espabilada).