"Tal y como se ha desarrollado el día mejor finiquitarlo cuanto antes porque veo que si no acabamos discutiendo"

18 de febrero de 2015, 08:00

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El viernes, antes de ir al ‘Deluxe’, tengo que ducharme con ollas de agua caliente porque la caldera está haciendo de las suyas. La idea de pasar un fin de semana sin calefacción ni agua caliente en pleno invierno no es que me atraiga especialmente pero una vez en el plató los peores presagios se confirman: P. me envía un mensaje contándome que la caldera ha pasado a mejor vida. ¿No podría haberse estropeado un lunes la muy guarra?

 

El sábado por la mañana nos levantamos con dos ‘buenas’ noticias: tres de los cuatro perros han hecho sus necesidades mayores dentro de la casa y los técnicos de urgencia a los que hemos acudido nos dicen que la cosa pinta tan mal que ellos no pueden hacer nada. Cabreados con los perros, nos disponemos a almorzar pertrechados con abrigos y bufandas. Rellenamos dos ollas de agua caliente para ducharnos e ir a ver bien limpitos a Ana Milán y Fernando Guillén en ‘Hoy: el diario de Adán y Eva’. Teníamos entradas la semana pasada pero yo estaba resfriado y nos tuvimos que quedar en casa.

 

Cogemos un taxi con cuarenta minutos de antelación pero por segunda semana consecutiva nos perdemos la función porque han cortado la Gran Vía por los Carnavales y hay un caos de tráfico en el centro inenarrable. Por mis muertos que acabaremos viéndola, Ana, aunque tenga que contrataros para representar una función privada en mi habitación. Nos metemos en un cine a ver una película malísima sobre los crímenes del nazismo: ‘La conspiración del silencio’, se llama el rollo macabeo por el que pagamos dieciséis euros. Cuando acaba, P. me dice muy convencido: “Bueno, al menos hemos estado calentitos”. Volvemos a casa con la idea de meternos bien prontito en la cama. Tal y como se ha desarrollado el día  mejor finiquitarlo cuanto antes porque veo que si no acabamos discutiendo por cualquier tontería. Dormimos con pijama –hacía años que no utilizaba uno– y haciendo la cucharita. 

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