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Da una entrevista en ‘Fuera de Serie’ y habla sobre su relación con la prensa. Rivera pertenece a esa clase de gente que ni escucha ni se cuestiona nada. Declara que ha vendido exclusivas y que lo seguirá haciendo, pero matiza que “si el paparazzi ha hecho daño, los programas de televisión mucho más”. Hay mucho de trampa en su particular manera de entender el negocio. Lo que no dice –o no se atreve a decir– Fran Rivera es que para seguir vendiendo exclusivas necesita los programas de televisión. Poco importan sus avatares existenciales si no hay conflictos de por medio, y esos conflictos se cuecen en esos programas de televisión que tanto detesta: la complicada relación que mantiene con su hermano Kiko, la defensa a ultranza de la memoria de su madre. Al muchacho le falta coherencia y generosidad. Debería darnos el veinte por ciento de lo que factura con la venta de parcelas de su vida.