A los debates hay que ir preparado, estudiado, no dando nada por sentado. Felipe González llegó a uno tan pancho pensando que se iba a merendar a Aznar y éste le ganó por goleada. Bárbara Rey fue el pasado viernes Felipe González. Confiaba en su gracia natural y en su dominio escénico para masacrar a Chelo pero no contó con que la que en su día fue su amiga estuvo preparando la batalla concienzudamente. Y ganó. Chelo luchó, creció, arriesgó, acorraló a Bárbara y la dejó en bragas. La Rey se fue desmoronando de a poquitos y en un momento de lucidez pronunció una de las frases de la noche: “Chelo, durante los años que llevas trabajando en ‘Sálvame’ no has abierto la boca y hoy no paras de hablar”. Durante las publicidades Bárbara intentaba explicar a los colaboradores el por qué de su flojera pero creo que sus argumentos no convencieron a ninguno de ellos. Me dio pena verla tan lacia. En cualquier caso: contra todo pronóstico Chelo ganó el cara a cara y hay que felicitarla por ello.