Sigo las noticias sobre las negociaciones entre Sánchez e Iglesias y mi cabreo va en aumento conforme van pasando los días y las distancias no acaban de resolverse. Lo he decidido hoy mientras tomaba el sol: como haya nuevas elecciones voy a empezar a valorar votar al PP. Pocos personajes hay en el mundo de la política que me produzcan tanto rechazo como Pablo Casado, si bien es cierto que Inés Arrimadas ha ganado muchos enteros últimamente. Pero al menos votándolo sé que no volveré a tener que ir a las urnas durante cuatro años. Si las izquierdas no son capaces de unirse para formar gobierno, merecen un castigo ejemplar. Otra cosa: las negociaciones deberían televisarse. Así sabremos de una vez por todas a qué juega cada uno porque la ausencia de pacto entre PSOE y Unidas Podemos me parece una clamorosa falta de respeto de ambos partidos a sus respectivos votantes. Estoy totalmente en desacuerdo con las palabras de Ada Colau alabando a Pablo Iglesias por dar un pasito atrás. La imagen de Iglesias está tan deteriorada que el silencio e incluso la desaparición le favorecen.