La verdad sobre el ingreso en prisión de Anita Williams ('Supervivientes 2025'): "La llevaron directa a los juzgados de Plaza Castilla"

Para Anita Williams la cárcel no es un tema tabú, pero sí es uno que le duele recordar. De hecho, cuando habla sobre él, le gusta pasar de puntillas, sin entrar demasiado en el verdadero drama que supuso para ella estar encerrada en una minúscula celda de tres por tres metros cuadrados. Fue el peor momento de su vida, cuando vio que realmente había tocado fondo. Nunca pensó que acabaría teniendo antecedentes penales y habiendo pasado meses en una prisión

Su paso por el programa ‘De viernes’ ha servido para conocer un poco más a esta joven madre y que relate aquellas vivencias que la hicieron ser más dura y que transformaron su carácter. Quizás, una de las peores tuvo que ver con los celos de la novia de otra presa, y que acabó con Anita agredida y sin poder pasar junto a su familia la noche de fin de año. 

Condenada por robar

“Viví la cárcel como si estuviera en una película. Me convertí en la clase de persona que nunca había querido ser”. Anita Williams ya contaba, en el vídeo de presentación de 'La isla de las tentaciones', que había estado en la cárcel. Lo hacía con un tono distendido y sin querer darle mayor importancia. Pero claro que la tuvo. Fue el momento más duro, cuando sintió que la vida se le había escapado de las manos.

Williams fue pillada robando una camiseta. Ella misma lo relataba este pasado viernes. Como estaba estudiando una oposición, sintió pánico y dio el DNI de una amiga. No quería que aquella camiseta truncase su sueño de ser Mosso d'esquadra. Pero las consecuencias fueron mucho peores. La amiga denunció a Williams por suplantación de identidad. ¿El resultado? Una condena a 300 horas de servicio a la comunidad.

"Les di el DNI que me había dejado una amiga para salir de fiesta y le llegó la denuncia. Me pusieron las horas para cumplir con la comunidad, que fueron 300 y pico, las hice casi todas y me fui a Madrid a vivir y me olvidé de eso porque tenía que centrarme en mí otra vez", explicaba. Fue entonces cuando acabó entrando en prisión por haberse saltado la condena.

Su ingreso en la cárcel

"En el trabajo y de un día para otro estaba en un hotel y vino la policía a mi puerta. Me dan la notificación, me llevan a la comisaria y me preguntaron si quería un abogado, yo no entendía para qué era. Cuando fui a firmar ponía en el papel 'ingreso en prisión' y le dije que se había equivocado", explicaba Williams.

"Si llegan a decírmelo antes hubiese podido hablar con mi madre, hubiera pedido un abogado y no todo así tan loco. Me llevaron directa a los juzgados de Plaza Castilla. Yo tenía 22 años y no tenía ni a mi familia en Madrid", explicaba. Era el principio de los cuatro meses que pasó entre rejas. "Nadie me había explicado absolutamente nada anteriormente y entre sin saber que había hecho. Cuando salí de allí tenía claro que no quería ser una persona que hacia que su madre sufriera hasta sin querer".

Williams reconoce que vivió el paso por la cárcel como una película. Le costaba mucho reconocerse en aquel lugar aunque guarda un recuerdo aceptable de la gente a la que conoció. Aunque también pasó momentos de auténtico terror.

El momento más difícil

“Hubo una chica que medio se fijó en mí, pero yo la tomaba como una amiga”, relataba a los colaboradores del programa que deseaban conocer con más detalle aquello que la joven había pasado. “A las dos semanas y media vino su novia, que estaba de permiso, y se pensaba que yo me estaba liando con ella”. Ese reencuentro de las tres mujeres en prisión provocó que saltaran chispas entre ella. Y es que la presa no creía la versión que le ofrecía Anita, en la que sostenía que a ella le gustaba los hombres y que la otra joven tan solo era una buena amiga. 

“Un día hubo un ‘percal’. En el módulo, yo vivía hacia la izquierda y la novia de mi amiga hacia la derecha. Ese día, subiendo por las escaleras, ella me pegó por la espalda y yo me puse a chillar; así que vinieron los guardias”. ¿El resultado de ese encontronazo? Una amonestación para Williams que se quedó sin permisos durante un buen tiempo. Esta conducta fue considerada disruptiva y le cancelaron algunos de sus privilegios, entre ellos -y el más importante- las salidas a casa.

Entonces Anita ya estaba finalizando su condena de cuatro meses, por lo que había empezado a disfrutar de esta clase de concesiones. Aquel año, y debido a esa agresión, la de ‘Supervivientes 2025’ se tuvo que comer las uvas de fin de año en la cárcel. “Prometí que a, partir de entonces, siempre las comería en mi casa con mi familia”. 

Sin duda, ese fue su momento más bajo; aunque también destaca la agonía que le provocaba pasar 12 horas aislada y sin poder comunicarse sin nadie. “Viví la cárcel como si estuviera en una película. Me convertí en la clase de persona que nunca había querido ser”, confesó a la audiencia de ‘De viernes’.