Rocío Carrasco rompe su silencio después de 20 años: su sobrecogedor relato

Ha dado el paso que nadie imaginaba. Rocío Carrasco ha roto un silencio que llevaba veinte años manteniendo. Completamente destruida, ha querido responder, uno por uno, a todo lo que se ha dicho sobre ella. La hija de Rocío Jurado ha hablado de sus hijos, de su relación con ellos, de los insultos que ha recibido, de su expareja, del dolor que siente a día de hoy, de todo y de todos. Un desgarrador relato que ha removido los cimientos de la familia Mohedano.

“Por mi cabeza empiezan a pasar todos los 20 años anteriores y todo lo que se me venía encima otra vez. Pero con algo peor, que era mi hija en un plató defendiendo a su padre. Yo no veía a mi hija desde el 27 de julio de 2012. No estaba preparada, pero mucho menos estaba preparada para ver lo que iba a defender. No quería volver a sentir miedo ni vergüenza ni seguir sintiéndome cuestionada por todo el mundo. No quería seguir viviendo así... Y ese 5 de agosto decidí... que no quería seguir viviendo [llora]”.

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“Esa persona cortó el vínculo materno, lo sesgó. Es una persona que ha ido proclamándose en España entera de padre modélico y a él solamente le importa él, no le importa nada más. No tiene piedad ni para con sus hijos. No le ha importado el bienestar de sus hijos nunca. Tú no puedes quitarle a una niña de cinco años su figura materna, con la que ella moría. Tú eso no lo puedes hacer. Y eso es lo que ha hecho [llora]”.

"Le conocí en Chipiona, en la playa. Vino con un amigo mío que le dijo: “Es la hija de Rocío Jurado”. Y él dijo: “Pues yo no te conocía, no te había visto nunca”. Primer día y primera mentira de un periplo de 20 años. Ya avanzada la relación, en casa de sus padres, supe que la madre era fan de la Jurado y tenía guardadas en un cajón del salón todas las revistas habidas y por haber, mías y de mi madre”.

“Él me ha quitado lo más importante que yo tengo en mi vida, que son mis hijos. Y no solo me los ha quitado, ha hecho que me odien y que tengan esa imagen de mí, que es mucho más cruel. Cuando algún desalmado te mata un hijo, tú tienes que vivir con esa pena toda tu vida, pero yo he tenido a mis hijos muertos en vida [se rompe].Yo he tenido que hacer como que no los tengo, estando vivos”.

“Ella quería estar conmigo. Ella le dijo a la psicóloga que cuando su padre iba a recogerla había prensa y que a ella no le gustaba. Pero que eso es lo que hay. Ella tenía pasión con su madre, que soy yo. ¡Que la que la ha parido he sido yo! Yo soy víctima pero ellos también son víctimas de una mente diabólica”.

Del desgarrador testimonio de Rocío Carrasco y todo lo que esto ha implicado, hoy en tu revista 'Lecturas. ¡Te esperamos en el kiosco!