30 de septiembre de 2019, 11:39
Raquel Morillas (GH), vendedora de cupones de la ONCE
La exconcursante sufrió en el año 2003 un accidente que le provocó una discapacidad
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GTRES
Nueva ilusión
Tras unos años duros, Raquel Morilla tiene una nueva ilusión. La exconcursante de ‘Gran Hermano 3’ va a comenzar a trabajar como vendedora de la ONCE tras superar su lodopatía y sus problemas de dinero.
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Un grave accidente
“Como sabéis tuve un accidente. Evidentemente tuve unas secuelas que son ya de por vida y eso me hace tener discapacidad y, gracias a Dios, puedo beneficiarme de esto”, ha explicado la televisiva mujer en su cuenta de YouTube. En concreto, la ex concursante de ‘GH’ sufrió un accidente de tráfico en el año 2003 junto a la que era su entonces pareja, Noemí Ungría.
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Un examen y prácticas
Para poder optar al trabajo, ha tenido que aprobar un examen de 23 preguntas. “¡Cómo no voy a aprobar algo del juego si soy una adicta! Ya no, pero lo he sido. Todo lo que sea del juego, yo la ’number one’”. Además, para lograr la acreditación tendrá que realizar unas prácticas de dos días.
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"Estoy feliz"
Además, Morilla se ha mostrado muy ilusionada con su nuevo puesto: “Estoy deseando que me veáis con el chaleco fluorescente y que me quiten los cupones de las manos. Me dará vergüenza ir por la calle, pero eso tiene que pasar. Estoy feliz y ya era hora que las cosas malas pasaran y llegaran las buenas”.
Las buenas noticias parecen llegar para Raquel Morillas. La exconcursante de ‘Gran Hermano 3’ ha vivido unos duros momentos en los últimos años debido a su lodopatía, la cual ya ha superado, y sus problemas de dinero. Sin embargo, la madrileña estrena ahora nueva vida.
En concreto, Raquel Morilla va a comenzar a trabaja como vendedora de cupones de la ONCE, tal y como ella misma ha compartido a través de su cuenta de YouTube. “Como sabéis tuve un accidente. Evidentemente tuve unas secuelas que son ya de por vida y eso me hace tener discapacidad y, gracias a Dios, puedo beneficiarme de esto”, ha explicado la televisiva mujer.
La ex concursante de ‘GH’ sufrió un accidente de tráfico en el año 2003 junto a la que entonces era su pareja, Noemí Ungría. Esto le dejó secuelas permanentes, lo que le ha permitido ahora poder optar a este puesto. Para ello, ha tenido que aprobar un examen de 23 preguntas. “¡Cómo no voy a aprobar algo del juego si soy una adicta! Ya no, pero lo he sido. Todo lo que sea del juego, yo la ’number one’”.
Además, Morilla se ha mostrado muy ilusionada con su nuevo puesto: “Estoy deseando que me veáis con el chaleco fluorescente y que me quiten los cupones de las manos. Me dará vergüenza ir por la calle, pero eso tiene que pasar. Estoy feliz y ya era hora que las cosas malas pasaran y llegaran las buenas”. Antes, tendrá que realizar unas prácticas de dos días como vendedora para lograr la acreditación y poder ejercer cuanto antes.
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