¿Puede un solo look hacer tambalear toda una trayectoria de momentos estilísticos de matrícula de honor? Podría ser. Y lo vamos a comprobar con Paula Echevarría, que anoche asistió a los premios 40 Principales y nos dejó con la boca abierta. Y no, no en el sentido que siempre acostumbra.

Anoche, Paula arriesgó. Muchas veces se le critica su vestuario, algo predecible y su falta de originalidad al escoger según qué modelos. Pues bien, la nueva Paula pone toda la carne en el asador. Ya no teme nada. Si lo más transgresor (fashionistamente hablando) que había hecho era acudir a ‘El Hormiguero’ con un vestido plagado de siluetas de bailarinas eróticas, esta vez se ha lanzado de cabeza a la piscina. Y sin comprobar si esta estaba vacía o llena.

Echevarría lo dio todo sobre la alfombra roja luciendo, atención: botas mosqueteras por el muslo, el traje de la Menina más pequeña (cortándole antes las mangas), gargantilla dieciochesca y pelo a frito a lo Daryl Hannah en ‘Un, dos, tres ¡splash!’. Un pastiche loco que le garantizará, a buen seguro, encabezar la lista de las peor vestidas de esta semana, y que sus seguidoras, esas que AGOTAN cada modelo que se pone, les dé un telele.

Pero no, este no es un artículo para linchar el patinazo de Paula, en realidad es todo lo contrario. Nos parece maravilloso que haya decidido arriesgar de esta manera. Cuando uno lo hace no siempre acierta, pero siempre aprende. Cuando uno sale de la zona de confort, en este caso el la ‘zona bloguera’, ocurren cosas interesantes, que te hacen crecer. Está claro que Paula ha tenido días mejores, días más favorecidos, pero hay que aplaudir su cambio de actitud. Reinventarse o morir, y ahora que su serie está a punto de finalizar, ¿no os parece un momento maravilloso para empezar a cerrar capítulo vital y empezar otro? Puede que este look sirva para resetear. Para poner el contador a cero. Puede que anoche, en Barcelona, se presentara ente el respetable una nueva mujer mucho más arriesgada y con ganas de experimentar. Y eso, no siempre gusta. ¡Pero y lo enriquecedor que resulta!