La noticia cogió por sorpresa a todo el mundo. Paloma Lago denuncia a Alfonso Villares, conselleiro del mar de la Xunta de Galicia, presentó su dimisión el pasado 4 de junio. El político alegó que se debía a un asunto personal, pero no tardó en trascender que estaba siendo investigado por un presunto delito contra la libertad sexual y que la mujer que lo había denunciado era Paloma Lago, la popular presentadora de los años 90 que estuvo casada con Javier García Obregón, hermano de Ana Obregón.
Una relación discreta
Villares y Paloma Lago mantenían una relación desde el verano del año pasado. A lo largo de los meses fueron vistos en al menos tres actos públicos, todos en Galicia. El primero fue el 16 de julio, durante la procesión de la virgen del mar en Ferrol. El 2 de agosto coincidieron en un evento hípico que fundó el padre de Paloma, donde posaron juntos con una de las ganadoras, y el 11 de octubre estuvieron en un degustación de productos gallegos, también en Ferrol.
Paloma y Villares estuvieron juntos la tarde del día 27 de diciembre en un restaurante y luego fueron vistos entrando en la casa de la presentadora. Al día siguiente, Paloma, despertó desubicada y llamó a su hijo, Javier. Según informó ‘Tardear’, la presentadora alertó a su hijo: “Me acabo de despertar, estoy desnuda y no me acuerdo de nada…¡y estoy como drogada!”. Javier llamó a la policía para que acudieran los servicios de emergencia. Un sobrino de Paloma, que es su vecino, estuvo con ella esa mañana.
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En declaraciones a ‘El programa de AR’, reveló: “Yo estaba ahí ese día y por eso me han citado como testigo y tengo que ir a declarar al juzgado. Vivo pared con pared con ella. Soy testigo circunstancial”. Hasta el lugar llegaron una ambulancia y una patrulla de la policía nacional y Paloma recibió atención médica pero, según declararon fuentes de la policía a ‘Tardear’, ella no quiso denunciar en aquel momento, algo muy habitual en las víctimas de agresiones sexuales o sumisión química porque suelen estar muy aturdidas.
La puso cuatro días después, el 31 de diciembre, en la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la comisaría de la Policía Nacional de Ferrol. Los últimos detalles sobre la denuncia de Paloma Lago, este miércoles en tu revista Lecturas. Ya a la venta en tu kiosco y en Amazon.
Un informe crucial
Cuando se pone una denuncia de este tipo de delitos se activa un protocolo y se realizan análisis toxicológicos si el personal médico lo considera oportuno. Según informa ABC, se ha incorporado un informe toxicológico a las diligencias abiertas para la investigación pero no ha trascendido si fue realizado en el momento en el que Paloma fue asistida por los servicios de emergencia o días después de la presunta agresión, una vez ella puso la denuncia. Pasadas las 48 horas es muy difícil detectar la mayoría de restos tóxicos en el organismo, por lo que cuanto más tiempo pasara desde la presunta agresión hasta que se realizó este examen, menos relevancia podría tener este informe para la investigación, lo cual juega en contra de Paloma.
Una dimisión tardía
Ha llamado la atención que Villares esperara hasta principios de este mes para presentar su dimisión, ya que él sabía que estaba siendo investigado desde febrero, cuando se le ofreció la posibilidad de declarar ante la policía de forma voluntaria, y así lo hizo. En ese momento advirtió de su situación a Alfonso Rueda, el presidente de la Xunta. En una rueda de prensa, explicó que había decidido dimitir para renunciar al aforamiento y así ser juzgado “como un ciudadano cualquiera”. Con actitud confiada, aseguró: “Soy inocente de la denuncia que se formula contra mí”.