Dicen que los fogones de ‘MasterChef’ curten al nivel de la mejor escuela de hostelería. La presión a la que son sometidos los concursantes a veces es criticada, pero lo cierto es que no hay descanso en las cocinas de un chef de primera. Quien logra superar la prueba acaba preparado para todo, aunque no todos los ganadores corren la misma suerte. Carlos Maldonado se puede llevar a gala haber sido el mayor triunfador de todas las ediciones españolas del formato.
“Soy cocinero porque me encanta comer”, descubría el manchego en una entrevista rápida concedida a la guía culinaria La Crème. En la misma en la que afirmaba que el mayor logro de su vida era su hijo, teniendo muy claro hacia dónde apunta la brújula de sus prioridades. Y eso que es el único de los salidos de ‘MasterChef’ que ha conseguido tener su propia estrella Michelin.
“Ahora mismo, lo que me empuja a levantarme de la cama es que tengo un restaurante fantástico, un equipo fantástico, que mi hijo me despierta todos los días guerreando, mi mujer dando voces… Eso es la felicidad. Es lo más bonito”.
Los negocios de Carlos Maldonado
Tiene muy claro que su vida pasa por poner al frente de todo a su familia, compaginándolo con su pasión absoluta por el trabajo. Por suerte para él, esto no le impide ver qué es lo verdaderamente importante, y le hace apreciar dónde radica el auténtico éxito.
Actualmente, Carlos Maldonado, además de haberse convertido en un chef estrella de la televisión, puesto que ha colaborado con diferentes formatos y cadenas, es propietario de varios conceptos hosteleros.
Con ‘El círculo’; el cocinero saca a relucir su lado más gocho proponiendo unas hamburguesas de autor de tamaño XL. Nada que ver con Raíces, el restaurante ubicado en Talavera de la Reina que le ha valido una estrella Michelin, y, por último, Nua, que su propietario describe como un “increíble rincón gastronómico donde celebrar bodas que son pura fantasía”. Tres opciones muy diferentes, pero que, a la vez, dan salida a su creatividad desbordante y que dan salida a necesidades comerciales muy diferentes. La opción más low-cost, la de alta cocina y, por último, la de los eventos. Y los tres, a juzgar por su actividad en redes sociales, han sido tiros empresariales perfectamente definidos y acertados.
Y eso no es todo. Para el que quiera aprender a cocinar junto al mejor, también puede contratar sus servicios de enseñanza personalizados. Por 195 euros la clase, uno puede asistir a una "sesión práctica de cocina donde los participantes tienen la oportunidad de preparar platos junto al propio Chef Maldonado", tal y como se explica en la web de la fundación que lleva su nombre.
El gran orgullo de Carlos Maldonado
Por supuesto, Carlos es la mente pensante detrás de cada carta y plato que son ofrecidos en sus tres negocios. “Cuando me acuesto, la cabeza no para. Y empieza papapa... pensando en ideas y cómo hacerlas”, confesaba en la misma entrevista. A veces le cuesta conciliar el sueño, pues tiene tanto ruido mental debido a sus propios pensamientos, que le cuesta alcanzar el ansiado silencio.
No le pesa. Él es una locomotora a toda la velocidad y siente que tiene energía para eso y para mucho más. Para no decepcionar a nadie de su equipo de trabajo y, por supuesto, tampoco a nadie de su casa. Sus padres siguen siendo su gran inspiración y su mujer y su hijo son las personas que busca hacer sentir orgullosas.
Ruth y Carlos llevan siendo la pareja más compenetrada desde que eran unos niños. Su noviazgo empezó en su adolescencia y ha llegado hasta el día de hoy. Acaban de cumplir 8 años de matrimonio y, mientras que él se dedica a innovar en las cocinas, ella continúa ligada al mundo de la salud, puesto es enfermera. Un año más tarde nació 'mini Charly', su mejor creación y, sin duda, a la que más amor le ha puesto.
