El novio de ‘La Veneno’, en el punto de mira

9 de noviembre de 2016, 18:11

Aún en shock por la muerte de Cristina ‘La Veneno’, más datos van apareciendo relacionados con su triste fallecimiento. Esta tarde, en 'Sálvame', Kiko Hernández y Valeria Vegas, biógrafa de la exvedette, señalaban al actual novio de Cristina como una de las personas más tóxicas en su vida, es más, el colaborador asegura que la policía lo tiene “en el punto de mira” en las investigaciones.

“Hace una semana tuvieron una pelea gordísima”, contaba Hernández, y señalaba los problemas económicos como la fuente de las trifulcas. Valeria lo confirma, “había discusiones de manera constante. Cuando no era el uno, era el otro. Eso te lo pueden decir la policía o los vecinos”.

Esta pareja le había hecho mucho daño psicológico, “como todos sus novios”, puntualizaba Vegas. “Ella tenia una vivienda propia, no era ni ambiciosa ni materialista. Tenía una paga pequeñita que le daba para vivir, pero cuando metes a una persona así en casa ese dinero se va en dos días”. Además contaba cómo esta pareja vendía los teléfonos móviles de Cristina. Hace unas semanas la dejó incomunicada, y ahora Valeria denunciaba que lo hubiese hecho de nuevo, dado que el aparato ha desaparecido. Esta pareja estaba dispuesta a hacer lo que fuera por estar cerca del dinero de la de ‘Esta noche cruzamos el Misisipi’, hasta trepar por la ventana para colarse en su domicilio cuando esta no quería abrirle la puerta.

Gran parte de culpa por estos problemas con sus parejas venía motivada por la enorme necesidad de cariño que tenía, “por eso metía en casa a quien metía”.

La escritora descarta, eso sí, el ajuste de cuentas como posible causa de la muerte. “Me llamó el viernes desde el bar de abajo, estaba contenta porque tenía proyectos. Así que descarté la hipótesis del suicidio. Tanto se puede tratar de un accidente doméstico, como una paliza, pero la hay que dejar actuar a la policía”.

Asegura que Cristina tenía una especie “de imán” para estos hombres, a los que no tenía miedo sino una sumisión emocional absoluta.