'Mi casa es la tuya'. El Puma le confiesa a Bertín que llegó a morirse tres veces

El cantante venezolano tuvo que someterse a una delicada operación en la que le realizaron un doble trasplante de pulmón

29 de junio de 2019, 11:22

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Bertín Osborne visitó a José Luis Rodríguez 'El Puma', famosísimo por su 'Pavo real' y que en diciembre de 2017 tuvo que someterse a una operación a vida o muerte: un doble trasplante de pulmón que le permitiera atajar la fibrosis pulmonar idiopática que padecía, una enfermedad mortal que va deteriorando progresivamente la capacidad de respirar. El cantante recordó los durísimos momentos que vivió con esta dolencia y el pavor al trasplante, la única posibilidad que tenía de sobrevivir.

Durante varios meses, los pulmones que necesitaba no llegaban, pero al final lo hicieron y el Puma y su mujer, Carolina, con la que lleva 31 años de feliz matrimonio, salieron para el hospital. "El trasplante de pulmón es el más complicado de todos los trasplantes. Cuando llegó el día de la operación, toda mi vida pasó por delante. El trayecto del cuarto al quirófano duró cien años. Se hace tan largo y tan corto a la vez. Pero piensas... si me quedo aquí, muero, pero si entro, puedo morir pero también puedo vivir. Ese es el riego que tienes que saber".

Dentro del dramatismo de esos momentos, José Luis relató una curiosa anécdota. Tras la operación, fue llevado a cuidados intensivos y allí comenzó a hablar, pero de una manera muy extraña. "Quería pedir un vaso de agua, pero la lengua se me torció. Trataba de hablar en español y no podía, mi mujer decía que era arameo… Era un léxico espiritual, era la unción del Espíritu Santo. Empecé a hablar, sin parar, una lengua que yo jamás en mi vida había hablado y lo único que atiné a decir fue 'Cristo, perdóname'. Nunca en mi vida lloré tanto como ese día, pero un lloro de gozo, de alegría, algo inexplicable… Llamamos a un pastor amigo nuestro y dijo 'Está hablando en lengua, eso es el Espíritu Santo. Recuerdo esa experiencia y se me pone la piel de gallina".

De haberlo visto sobre los escenarios enganchado a una bombona de oxígeno, a verlo tan recuperado, ha sido una alegría para todos. "Me morí tres veces, Bertín", dijo, angustiado. Por eso no quiere desperdiciar esta segunda oportunidad. "Esta oportunidad que Dios me da es maravillosa, quiero vivir intensamente porque no tengo tiempo para perder, no tengo tiempo para equivocarme", afirmó.

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