Marta López Álamo habla de su trastorno alimenticio: "Llegué a pesar 39 kg"

La novia de Kiko Matamoros ha querido aclarar de manera definitiva cómo vivió la etapa en la que sufrió anorexia nerviosa

12 de abril de 2020, 14:54

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La novia de Kiko Matamoros nunca ha ocultado que durante su adolescenciasufrió anorexia nerviosa. Sin embargo, ha sido ahora cuando ha tenido el valor suficiente para hablar públicamente de esa complicada etapa. Al margen de todas las críticas que recibe casi a diario haciendo referencia a su estado físico, Marta López Álamo ha explicado que desde niña siempre fue una niña delgada y fibrada. Sin embargo, el paso de los años le hizo caer en un pozo del que afortunadamente ha salido fortalecida.

Su carácter exigente y perfeccionista se convirtió en un plus para padecer esta dura enfermedad desde los 13 a los 17 años: "Pesaba 49 kilos con 1,73 cm de altura. Me empecé a obsesionar y coincidió con un problema que tuve en Granada con un grupo de amigas. No me adapté bien y me creó muchas inseguridades que somaticé en la anorexia". A tal punto llegó su estado que en cuatro año adelgazó 10 Kg.

Pero al margen de su estado personal, fue el dolor que le provocó a su familia lo que le hizo cambiar el chip y volver a tomar las riendas de su vida: "Les hice la vida imposible. Lo pasé fatal yo pero creo que ellos lo pasaron peor por esa impotencia de no saber cómo ayudarme. Yo siempre fui consciente del problema que tenía pero no quería salir", explicaba.

"Cuando decidí salir hubo un proceso mental que no me dejaba, me saboteaba a mí misma.Cuando salí de la anorexia me hinchaba a comer, tenía mucha ansiedad. Tuve cinco meses de atracones y cogí 20 kilos", recordaba sin pudor y es que es consciente del duro proceso que vivió.

Aunque afortunadamente Marta ya lo ha superado, es consciente que es una enfermedad que nunca desaparece para siempre y es que ella misma reconoce que lleva cinco años sin pesarse. Finalmente, ha querido enviar un mensaje a todos los que le critican su aspecto físico: "Nadie tiene que juzgarme. Hay que alegrarse por el éxito ajeno".

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