3 de diciembre de 2018, 21:18
Lucía Bosé, muy desmejorada, afronta sus problemas judiciales tras su viaje a Venecia
Ha inaugurado una exposición en la ciudad de los canales, en medio de la polémica por la venta de un Picasso y tras haberse admitido a trámite la demanda de Nacho Palau contra Miguel Bosé
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Vuelve la tristeza
Las sonrisas que ha regalado en Venecia este fin de semana se han transformado en un rictus serio nada más pisar el Aeropuerto de Barajas.
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Desmejorada y cansada
En silla de ruedas, y a la carrera, Lucía llegaba a Madrid sin ganas de hacer declaraciones y especialmente seria. Si algo ha preocupado también ha sido su aspecto desmejorado y cansada después de tantas horas de vuelo.
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Con Antonia Dell'Atte
En Venecia ha asistido a la inauguración de una exposición de arte y ha hecho turismo junto a Antonia Dell'Atte. Un viaje que ha resultado ser un paréntesis a todos los problemas judiciales que la esperaban aquí.
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Juicio por un Picasso
Por un lado, la actriz se enfrenta a una posible pena de dos años de prisión por apropiación indebida de un Picasso. El pasado 5 de noviembre se aplazó el juicio donde estaba siendo juzgada, debido a la ausencia de su hijo Miguel Bosé, que estaba llamado a declarar.
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La guerra judicial de Miguel y Nacho
El otro gran disgusto que se ha llevado Lucía en estos últimos meses viene generado por su hijo, quien mantiene una guerra judicial con su expareja, Nacho Palau. Ahora el juez ha admitido a trámite la demanda del arquitecto contra Miguel, a través de la que reclama “acciones de filiación paterna no matrimonial” y “el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales”.
Las sonrisas que ha regalado en Venecia este fin de semana se han transformado en un rictus serio nada más pisar el Aeropuerto de Barajas. Muy desmejorada y cansada de las horas de vuelo, Lucía Bosé regresaba de la ciudad italiana de los canales, donde ha asistido a la inauguración de una exposición de arte y ha hecho turismo junto a Antonia Dell'Atte.
En silla de ruedas, y a la carrera, Lucía llegaba a Madrid sin ganas de hacer declaraciones y especialmente seria. "Estoy divinamente", le decía a los periodistas, a la vez que se colocaba la bufanda y aseguraba que sentía "frío".
Un viaje que ha resultado ser un paréntesis a todos los problemas judiciales que la esperaban aquí. Por un lado, la actriz se enfrenta a una posible pena de dos años de prisión por apropiación indebida de un Picasso. Lucía se encuentra en un contencioso con una exempleada a causa un dibujo del artista que habría subastado por 198.607 euros. La exempleada sostiene que la ilustración es suya y, por el montante obtenido de su venta, la Fiscalía le pide a la exmujer de Luis Miguel Dominguín prisión y una multa de 20 euros diarios durante ocho meses.
El pasado 5 de noviembre se aplazó el juicio donde estaba siendo juzgada, debido a la ausencia de su hijo Miguel Bosé, que estaba llamado a declarar.
Precisamente, el otro gran disgusto que se ha llevado Lucía en estos últimos meses viene generado por el cantante, quien mantiene una guerra judicial con su expareja, Nacho Palau. Ahora el juez ha admitido a trámite la demanda del arquitecto contra Miguel, a través de la que reclama “acciones de filiación paterna no matrimonial” y “el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales”.
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