Laura Matamoros parece tenerlo todo en la vida: su hijo Matías y el cariño de su familia, salud, amor y un trabajo en las redes sociales que no le va nada mal. Pero como todo ser humano, siempre tan inconformista, la hija de Kiko Matamoros tiene sus anhelos. Acaba de confesar uno de ellos y tiene que ver con su vida profesional.
La influencer, solo tiene 26 años y un futuro por delante que es el mejor regalo para hacer lo que le dé la gana en la vida, pero parece haber tirado la toalla con la profesión que realmente le apasiona. Ella misma lo contó en su debut como participante en 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition', que ayer martes emitió su primera entrega con Raquel Mosquera como anfitriona.
"Me considero una profesional en mi trabajo porque me han enseñado a ser profesional en la vida", decía Laura, un tanto intensa, cuando le preguntaban acerca de su profesión como influencer e instagramer. A pesar de no tener aún controlado cuál es su lado bueno para las fotos y que le cuesta posar ante la cámara, tal y como ella misma ha confesado, Laura Matamoros tiene una auténtica legión de fans en Instagram (más de 800k) y las marcas se derriten por ella. Pasión, trabajo y forma de vida que comparte con su chico, Daniel Illescas.
Pero ella quiere más y tiene un sueño. "Me gustaría ser presentadora o copresentadora pero me han visto ya mucho y nadie cuenta conmigo para ese trabajo", ha contado un poco triste. Laura, que en su día fue recepcionista en una clínica dental y que gracias a 'Gran Hermano Vip' adquirió una enorme fama tras los pasos de su conocida familia, parece haberse resignado pero no debería olvidar que es uno de los rostros con mayor tirón del momento y que con esfuerzo todo se consigue. ¡A por ello, Laura!