Julián Muñoz ya descansa en planta. El exalcalde de Marbella era operado el miércoles 30 de septiembre en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, en Málaga, el centro al que fue trasladado el viernes cuando sufrió una angina de pecho que le provocó un desvanecimiento.
En un primer momento se temió que Muñoz necesitara una intervención, operación que al final se ha terminado produciendo. El estado de salud del alcalde es muy delicado, ya lo avisaba su hija a principios de semana en declaraciones para ‘Espejo Público’. Eloísa estaba muy preocupada por su padre y se quedó especialmente descolocada cuando el viernes pasado, día que iba a acudir a visitarlo a la prisión de Alhaurín de la Torre, donde se encuentra cumpliendo condena, le comunicaron que no lo hiciera puesto que había sido trasladado de urgencia al hospital.
Después de permanecer en observación y que se le realizaran diversas pruebas médicas, los médicos convinieron que lo mejor para el exmarido de Maite Zaldivar era un cateterismo cardiaco. Una operación que dura aproximadamente dos horas y media. Julián fue operado a las 12:30 y, según han relatado los médicos, la intervención se desarrolló sin incidencias. Se le tuvieron que realizar dos cateterismos, uno de diagnóstico y otro terapéutico. Se le implantó un ‘stent’, una especie de muelle que corrige el estrechamiento en las arterias, y consegue que la sangre pueda fluir mejor.
Ha sido la propia hija de Julián, Eloísa, quien ha hablado para los micrófonos de ‘Sálvame’ acerca de cómo se encuentra su padre, que durante este tiempo ha estado en un módulo dedicado solo a presos. “Regular” así calificó la intervención y no quiso comentar nada más puesto que “no tenía ánimos en esos momentos”.
La familia y el abogado del expolítico, Antonio José García Cabrea, están especialmente preocupados acerca de la evolución del postoperatorio y de los riesgos que pueden derivarse tras una operación de estas características.