Suerte que Isabel Preysler (72 años) es una mujer con sentido del humor, porque otra, en una situación parecida, se lo habría tomado mal ¡Pero muy mal! La socialité fue una de las invitadas estrella de ‘Maestras’, la nueva exposición con óptica feminista que se ha inaugurado en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Preysler, acompañada por su hija Tamara Falcó y su yerno, Íñigo Onieva, pasó por el photocall y deslumbró con un conjunto con estampado en flores de la firma Carolina Herrera. No imaginaba ella que, instantes después, también lo haría otra invitada a la fiesta…
Bárbara Pan de Soraluce, empresaria y amiga personal de Isabel Preysler, lucía una creación muy similar al diseño de Carolina Herera que llevaba la madre de Tamara. Lo cierto es que ella optaba por la versión vestido, mientras que la celebridad sinónimo de estilo lo hacía por pantalón y blusa.
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Ambas con un print tan identificativo, tan claro y que hacían pensar al que las observaba, ¿no lo he visto yo antes? Ante una situación como está, una tiene dos opciones: o se deja llevar por la rabia y la ira de no saberse exclusiva y única, o la más inteligente de todas, tomárselo a risa. Una mujer con tanto recorrido como Isabel Preysler, ya sabéis cuál escogió. Ni corta ni perezosa, la viuda de Boyer le pidió una foto a Bárbara y las dos, entre risas, posaron para la cámara de Tamara, quien lo colgó en redes y remató con un 'twinnig', 'gemeleando'.
¿Cómo pudo coincidir Isabel Preysler en look con otra invitada al mismo evento?
Partamos de que ‘Maestras’ está patrocinada por la firma Carolina Herrera, marca de cabecera de la familia Preysler; y vistió a un buen número de invitadas al evento; Isabel y Tamara por ejemplo. Las dos llevan años ligadas a la firma, pero la relación se ha convertido aún más estrecha a raíz de que Wes Gordon, actual director creativo, firmara el polémico vestido de novia de Falcó. Un trabajo contrarreloj, realizado en menos de dos meses antes de su enlace con Íñigo Onieva. A raíz de eso, madre e hija se han volcado con la marca de la diseñadora venezolana y afincada en Nueva York.
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¿Estrategia de marketing?
Por lo tanto, si Carolina Herrera va a vestir a las principales invitadas, aquellas que sí o sí van a pasar por photocall; sabe de primera mano qué piezas está prestando. La marca sabía perfectamente que dos mujeres de una edad similiar lucirían modelos de la colección otoño invierno 2023 (actualmente en tiendas); dos looks con idéntico y característico estampado y que las dos posarían ante los medios. ¿Fue hecho adrede con el fin de generar más contenido y, por tanto, publicidad? De ser así, habría resultado una acción redonda, porque las dos mujeres, lejos de sentirse en competencia directa, posaron divertidas y encantadas con esta casualidad (quizás poco casual). De hecho, Tamara Falcó inmortalizó el momento, otorgándole aún más viralidad a la coincidencia, y logrando que se hable aún más, tanto de la exposición como de la firma, encargada de patrocinarla.
Cuando hay eventos de este tipo, se sabe perfectamente quién viste qué e, incluso, la marca elige las celebridades. No es en baladí, que dos mujeres tan parecidas coincidieran, así que todo podría obedecer a una estrategia de marketing.
@tamara_falco