Ha vuelto a ocurrir. Isabel Pantoja le ha cogido el gusto a esto de entrar por teléfono en Mediaset. La tonadillera, sin dudarlo, ha atendido la llamada improvisada de Kiko Hernández y se ha despachado durante más de una hora. Isabel ha tenido para Dulce, para su examiga Chelo García-Cortés, para su hija, para su hijo y también para Kiko Hernández. Entre risas y con mucha ironía, le ha lanzado un mensaje muy directo al colaborador… Madre mía, ¡ya lo hemos visto todo!
Kiko Hernández se ha lanzado a la piscina y le ha salido muy bien la jugada. Tras haber llamado a Chelo García-Cortés para gastarle una jugarreta, el colaborador presumía de tener el teléfono de Isabel Pantoja y se atrevía a llamar en directo pensando que, claro, no iba a pasar nada. ¡Pero se equivocaba! La tonadillera atendía la llamada y entraba, de nuevo, en Sálvame. El terror se apoderaba del colaborador.
“¿Cómo estás, Isabel?”, pronunciaba Kiko no sin nerviosismo. “Mejor que tú”, respondía Pantoja con mucha guasa. “Estoy relajadita”. La cantante, mucho más tranquila que en la primera ocasión, se atrevía incluso a bromear con el que, en otro momento, fue uno de los grandes críticos de su familia. “Ha sonado el teléfono y lo he cogido”, explicaba Isabel con total templanza. “A mí me encanta ella”, apuntaba Mila por debajo.
Isabel aprovechaba y ponía a Kiko en un aprieto. “¡Cómo te he visto correr con un susto que te cagabas vivo!”, se reía Pantoja ante la cara del colaborador. Hernández pensaba que no iba a coger el teléfono y, a la sorpresa, se quedaba muy descolocado. Eso sí, Pantoja se lo ponía en bandeja. ¿Qué ha pasado para que Isabel haya cambiado tanto de actitud en tan poco tiempo? La tonadillera ha respondido a todo y a todos.