Cuatro días de permiso no dan para mucho, pero Isabel Pantoja no ha querido regresar a prisión sin antes celebrar con toda su gente su primer permiso carcelario. Por eso la tonadillera les ha reunido a todos en Cantora antes de volver a Alcalá de Guadaira. Y no ha fallado nadie. Raquel Bollo, Falete, Luis Rollán y Jessica y Celeste, presidentas de su club de fans, llegaban puntuales a Cantora. Tenían ganas de ver a su amiga, de abrazarla y de demostrarle una vez más todos su cariño y su apoyo.

 

Un cariño y un apoyo que Isabel ha sentido más cerca que nunca desde que hace seis meses entraba cabizbaja y abatida al centro penitenciario.

El pasado lunes 1 de junio otra Pantoja cruzaba la misma puerta. De rojo, sonriente y con mucha mejor cara, la tonadillera ponía rumbo a Cantora de la mano de su hermano Agustín Pantoja. Él la recogía a las puertas de la prisión en su primer permiso penitenciario. Cuatro días que Isabel ha querido compartir solo con los suyos.

 

Y no ha salido de Cantora. En la finca ha compartido cada instante con su hijo Kiko, que tenía a su lado a su novia, Irene, que pronto dará a Isabel su tercer nieto. Allí han estado también la madre de Isabel, a quien la cantante tenía muchas ganas de abrazar, y su sobrina Anabel Pantoja, que ha sido, sin duda, acudiendo a todos los vis a vis, uno de sus grandes apoyos durante el tiempo que ha pasado en prisión. Y por encima de todos, Alberto y Francisco, sus nietos, que la esperaban en Cantora, han sido la mayor alegría de Isabel estos cuatro días.

 

Una alegría que antes de regresar a prisión ha querido compartir con sus amigos. Una fiesta muy especial con toda su gente. Un momento, sin duda, que Isabel guardará siempre para el recuerdo. Se lo llevará con ella a prisión donde, a la espera de que le concedan ese tercer grado que le permitiría pasar el día en casa, ha de seguir cumpliendo su condena.

Por Silvia Quiroga