19 de agosto de 2019, 09:49
Las ausencias de su boda que más echó de menos María Patiño
La periodista recordó con unas emotivas palabras a sus padres, fallecidos con pocos años de diferencia
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Un cuento de hadas
Tras doce años de relación, María Patiño tuvo por fin la boda que siempre había soñado, junto al mar, descalzos sobre la arena... Para ella fue como un cuento de hadas.
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Dos grandes ausencias
Seguramente, a María y a Ricardo les hubiera gustado estar ese día tan especial rodeada de los suyos, pero hay deseos que no siempre pueden hacerse realidad. De hecho, hubo dos grandes ausencias en esta boda, la de los padres de María, fallecidos con pocos años de diferencia.
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"Me sentí muy acompañada"
María, muy emocionada, tuvo palabras muy emotivas al recordarlos. "No tenía a mis padres, pero la ausencia significa que te los puedes llevar contigo a donde quieras. Es mejor tenemos vivos, claro, pero yo me sentí muy acompañada", confesó María dos días después de su boda.
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Instagram
La muerte de su madre le impactó mucho
María no suele compartir fotos de su familia, pero en sus redes sociales hemos encontrado esta entrañable imagen de su madre y una María –¡hay qué ver cómo se parecen!– que soñaba con la llegada de Papa Noel. Su madre murió en 2014, una muerte inesperada para toda la familia que dejó a la periodista muy tocada. "Mi madre era una persona muy fuerte, muy enérgica, no tenía ningún problema de salud. Su muerte me impactó". Se enteró de su fallecimiento por teléfono. "Tenía siete llamadas perdidas en mi móvil y eran las seis de la mañana. Cuando vi el teléfono de mi padre, me imaginé cualquier cosa", recordó hace un tiempo.
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Instagram
El recuerdo de su padre
Pocos años después, en 2017 murió su padre, tras una larga enfermedad. "Mi padre me dio una lección de vida tan alucinante, desde la no queja, desde la naturalidad. Aprendí a ir con él a la quimioterapia, a ver circunstancias que al principio te asustan. Yo a mi padre le empecé a ver hasta coqueto. Sonreía, daba clases de canto y a mí eso me hacía sentir muy culpable cuando me quejo de mi día a día".
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Con ellos a todas partes
María los echa mucho de menos, por eso los lleva consigo allá donde va. Hasta ha confesado que no se pone según qué ropa que sabe que a su madre no le gustaría y eso es porque para ella siguen presentes en su día a día.
La boda de María Patiño y Ricardo Rodríguez, su pareja durante los últimos doce años, fue como un cuento de hadas para la popular periodista y presentadora de 'Socialité'. Como ella misma ha confesado en su programa, "hicimos la boda que quisimos", esto es, en la playa, junto al mar, descalzos sobre la arena... todo muy romántico, porque así es María, una enamorada del amor.
Seguramente, a María y a Ricardo les hubiera gustado estar ese día tan especial rodeada de los suyos, pero hay deseos que no siempre pueden hacerse realidad. De hecho, hubo dos grandes ausencias en esta boda, la de los padres de María, fallecidos con pocos años de diferencia. María, muy emocionada, tuvo palabras muy emotivas al recordarlos. "No tenía a mis padres, pero la ausencia significa que te los puedes llevar contigo a donde quieras. Es mejor tenerlos vivos, claro, pero yo me sentí muy acompañada", confesó María dos días después de su boda.
Primero perdió a su madre, en 2014, una muerte inesperada para toda la familia que dejó a la periodista muy tocada. "Mi madre era una persona muy fuerte, muy enérgica, no tenía ningún problema de salud. Su muerte me impactó". Se enteró de su fallecimiento por teléfono. "Tenía siete llamadas perdidas en mi móvil y eran las seis de la mañana. Cuando vi el teléfono de mi padre, me imaginé cualquier cosa", recordó hace un tiempo.
En 2017 murió su padre, tras una larga enfermedad. "Mi padre me dio una lección de vida tan alucinante, desde la no queja, desde la naturalidad. Aprendí a ir con él a la quimioterapia, a ver circunstancias que al principio te asustan. Yo a mi padre le empecé a ver hasta coqueto. Sonreía, daba clases de canto y a mí eso me hacía sentir muy culpable cuando me quejo de mi día a día".
María los echa mucho de menos, por eso los lleva consigo allá donde va. Hasta ha confesado que no se pone según qué ropa que sabe que a su madre no le gustaría y eso es porque para ella siguen presentes en su día a día.
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