Antes de Tamara Falcó (41 años) estuvo Belén Esteban (49 años). La hija de Isabel Preysler se encontraba este pasado miércoles con un revés que no esperaba. Las diseñadoras que había elegido para la confección de su vestido de novia rompían la relación contractual con ella. A través de un duro comunicado, la firma Sophie et Voilà se desmarcaban de la marquesa de Griñón y dejaban a Tamara compuesta y sin vestido. Una historia que ya vivimos con la hoy colaboradora de ‘Sálvame’. Corría el año 2007 cuando Belén Esteban preparaba su boda con Fran Álvarez. Todo parecía ir a las mil maravillas cuando, de repente, se quedó sin vestido. Tres negativas de tres diseñadores hicieron peligrar el enlace. Finalmente, y con ayuda de Ana Rosa Quintana, Belén se casó de blanco.
¿Quién podía imaginar que Tamara Falcó y Belén Esteban iban a estar unidas precisamente por sus bodas? La hija de Isabel Preysler reconocía este pasado miércoles encontrarse sin vestido de novia a dos meses de su enlace con Íñigo Onieva. La firma con la que trabajaba en el diseño rompía con ella y dejaba a Tamara desolada. ¿Quién vestirá ahora a la marquesa de Griñón? ¿Y llegará a tiempo para lograr? Si algo hemos aprendido de la historia es que siempre, uno, siempre se repite, y dos, siempre se está a tiempo para todo.

Belén Esteban se casaba con Fran Álvarez en junio de 2008
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Cuando Belén Esteban se quedó sin vestido de boda
En 2008, Belén Esteban daba el ‘sí, quiero’ a su primer marido, Fran Álvarez. La colaboradora llegaba al altar con un precioso vestido de seda natural con encaje en la falda. Un diseño que había costado muchos disgustos por el camino. Esteban trabajaba entonces con Ana Rosa, antes de que llegue ‘Sálvame’ a su vida. Era uno de los grandes personajes de la televisión. Uno de los más seguidos pero también uno de los más polémicos. No había nadie más famoso que Belén en ese momento.
La colaboradora anunciaba su enlace y se encontraba con el primer obstáculo: el vestido de novia. Tres negativas hicieron que Belén no encontrase diseñador que quisiese confeccionar el diseño con el que llegaría al altar. Tal y como se publicó en su momento, primero fue Rosa Clará quien se bajó del barco alegando falta de tiempo para hacer el vestido. Un primer revés que nada hacía presagiar que costaría tanto conseguir que alguien quisiese vestir a Belén Esteban.
Tras la primera negativa, llegó la de Victorio & Lucchino. Los diseñadores sevillanos tampoco terminaron diseñando el vestido de la colaboradora. Las crónicas de la época, además, recogen que los diseñadores habrían llegado a insinuar que Esteban quería un diseño gratuito. Algo que, sin duda, contrasta y mucho con la actitud que siempre ha llevado por bandera la colaboradora y que casa poco con su comportamiento habitual.
Y como no hay dos sin tres, llegó el turno de Pronovias. La marca incluso emitió un comunicado para detallar lo que había ocurrido y disculparse con la colaboradora por todo el entuerto general. “Nuestras colecciones de prêt-à-porter nunca son vendidas para bodas con repercusión mediática ya que su publicación provoca una natural desilusión en la novia al verse desvelado su vestido con anterioridad”, aseguraba la firma en el citado comunicado.

Ana Rosa Quintana, acompañada de su marido, en el enlace de Belén Esteban con Fran Álvarez
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La intervención clave de Ana Rosa Quintana
El vestido de Belén Esteban se convertía casi en una cuestión de Estado. Todo el mundo opinaba, todo el mundo comentaba, mientras la protagonista se encontraba preocupada por el futuro de su boda. Belén quería casarse con Fran. Una relación que les llenaba de ilusión y que querían culminar por todo lo alto. Por suerte, todo acabó en buen puerto. Con la intervención de Ana Rosa Quintana, jefa por aquel entonces de la colaboradora, fue El Corte Inglés quien confeccionó el vestido para Belén.
Vestida de blanco, con un diseño sencillo que combinó con una rebeca de encaje en el mismo color para taparse los hombros y brazos, Belén Esteban se casaba el 27 de junio de 2008. Después de tanto sufrimiento, de tanta incertidumbre, la colaboradora daba el ‘sí, quiero’ al que iba a ser su primer marido. ¿Quién imaginaría que quince años después sería una marquesa la que pasaría por lo mismo que Belén?
La historia de Tamara Falcó y su vestido de novia
Tamara Falcó anunciaba que sería la firma Sophie et Voilà la que se encargaría del vestido de su esperaba boda con Íñigo Onieva. La hija de Isabel Preysler sorprendía a todos con la elección y aseguraba estar encantada. Una relación profesional que ha durado mucho menos de lo esperaba. Este pasado 16 de mayo, a través de un comunicado, las diseñadoras se desmarcaban de la marquesa y rompían su relación contractual.
“Todo ha cambiado, empezamos a tener problemas... Habían cambiado mi vestido sin decirme nada... Esto me ha hecho mucho daño, pero hay soluciones y es para bien”, afirmaba Tamara horas después de que saltase la noticia. La hija de Isabel Preysler, dolida con todo lo ocurrido, reconocía haberse enterado por los medios y desmentía todo lo asegurado en el comunicado de la firma. “Es totalmente falso y desafortunadamente se han tenido que meter los abogados”.
¿Quién vestirá ahora a Tamara? ¿Quién diseñará su vestido de novia? Sea como fuere, la boda de Tamara e Íñigo llega repleta de problemas y disgustos. Un enlace casi a prueba de bomba. Y quedan todavía dos meses.