El contraste entre una exultante Marta Riesco y una hundida Rocío Flores

A través de sus looks y de su puesta en escena, Marta Riesco y Rocío Flores, en su primer cara a cara tras la confirmación de la historia de la primera con Antonio David ha sido muy diferente

MEDIASET

Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

13 de enero de 2022, 14:13

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Sus ojos brillantes hablaban por ella. Esta mañana, en ‘El Programa de Ana Rosa’, Marta Riesco era la imagen de la ilusión. Estaba exultante, repleta de felicidad. A los pocos minutos de su primera intervención tras la confirmación de su romance con Antonio David Flores llegaba la bomba: “Tengo que decir la verdad, sí, estoy enamorada”. En contraposición a la feliz novia, la imagen doliente de la hija. Rocío Flores Carrasco estaba devastada.

Si a una los ojos le brillaban de purita emoción, la otra los tenía enrojecidos por las lágrimas. Las bolsas de sus ojeras denotaban que los llantos se habían sucedido en estas 24 horas, desde que supo, de manos de nuestra revista, que su padre, Antonio David Flores, había iniciado una relación con su amiga Marta Riesco.

Rocío Flores comparte plató con la novia de su padre, Marta Riesco

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La puesta en escena de ambas tampoco ha podido ser más diferente. Hoy era un día clave en las vidas de ambas mujeres. Rocío Flores aparecía vestida de negro, con un vestido de punto sencillo, ajustado y muy minimalista. Un estilo para nada habitual en ella, a la que normalmente vemos decantarse por volantes, colores más llamativos y piezas estampadas. En su cuello, una medalla. Ni rastro de más complementos. El estilismo debía reflejar el bajísimo momento anímico en el que se encuentra y cumplía perfectamente esta misión. Un look completado por un maquillaje en tonos tierra y un peinado sencillo.

En el extremo opuesto, Marta Riesco: con las mejillas encendidas, labios rosas chicle que enmarcaban una sonrisa que no podía ocultar. La sonrisa de la que está feliz porque ya no tiene que vivir un romance a escondidas. El look de Marta Riesco también enviaba un mensaje. Traje de americana y pantalón, el conjunto profesional por antonomasia. En un color verde, sólido y alegre, pero sin de estampados ni florituras. La periodista quería dejar taxativamente claro que su papel seguirá siendo el de comunicadora, en ningún caso desea dar el paso de convertirse en personaje, “no me veréis en ningún reality ni dando entrevistas”; ha afirmado. “Quiero seguir siendo la misma Marta que se levanta a las 5.30 de la mañana para venir a trabajar y montar vídeos”, ha rematado.

Las que antaño fueran buenas amigas, hasta el punto de que Marta Riesco llegó a organizar un cumpleaños a Rocío Flores, ahora están en un punto complicado. “La respeto como profesional”, ha dicho de ella la hija de Antonio David. “Tengo en consideración los tiempos que ella marca”, ha dicho la novia de su padre, en un cara a cara que se ha producido en plató pero que, en el que, en ningún momento han compartido espacio.

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