La reina Letizia deja a un lado el protocolo para evidenciar su faceta más cercana en su último acto

Este miércoles el rey Felipe VI (57 años) y la reina Letizia (52 años) han reaparecido en un acto conjunto. Lo han hecho en Guadalupe, en la ciudad de Cáceres, bajo un sol radiante. Además, suponía la primera aparición de los monarcas en conjunto tras la graduación de la infanta Sofía (18 años) del pasado fin de semana. En cualquier caso, Letizia no ha dudado en dejar a un lado el estricto protocolo con que cuentan sus actos institucionales para evidenciar, una vez más, su faceta más cercana con las personas que han acudido a este evento.

No es la primera vez que los Reyes visitan esta localidad cacereña. Lo hicieron en el año 2004 cuando todavía eran Príncipes de Asturias y a pocos meses de haberse celebrado su boda. No obstante, los vítores y aplausos han estado muy presentes en su llegada al pueblo extremeño, ya que se trataba de un momento que todos los habitantes esperaban con mucho entusiasmo y así se lo han manifestado nada más que han puesto un pie en el pueblo antes de dirigirse a todos los eventos oficiales.

Su salto de protocolo

No es la primera vez que los padres de la Princesa de Asturias muestran su faceta más cercana en los diferentes actos institucionales a los que acuden. Además, desde hace algunos meses han reforzado su imagen en sus distintas apariciones en las que se ven gestos de cariño entre ellos. Hasta hace tan solo unos meses se trataba de algo totalmente inesperado por parte de miembros de la realeza pero ellos han apostado por una imagen más actual y moderna de la monarquía.

Este mismo miércoles la madre de la princesa Leonor ha roto con el estricto protocolo durante su encuentro con mujeres que vestían el traje típico extremeño. En primer lugar, Letizia no ha dudado ni un solo instante en interesarse por la labor de bordado que realizan estas mujeres con estos trajes regionales. De hecho, en la imagen se aprecia cómo conversa con algunas de ellas que le cuentan este tipo de detalles.

Por otro lado, también destaca la cercanía de Letizia que incluso se agacha para poder estar más próxima a las personas con las que mantiene una conversación. Además, en lugar de mostrar la rigurosidad que debe tener en determinados actos, la mujer de Felipe ha optado por volver a poner de manifiesto su faceta más cómplice con estas personas, incluso haciéndose fotos con ellas en actitud muy natural.

De hecho, tampoco ha dudado en coger en brazos a un bebé mientras paseaba por la localidad extremeña de camino al Ayuntamiento. Gestos que evidencian esta cercanía por la que llevan apostando meses y que realzan su imagen en la Corona española, lo cual también favorece al futuro de sus dos hijas, tanto para Leonor como heredera como para Sofía como su fiel escudera llegado el momento oportuno.

Su encuentro con Fernando Ónega

Hace tan solo una semana Fernando Ónega recibía el Premio APM de Honor 2024 con motivo de su trayectoria periodística. A este evento asistió la reina Letizia, en lo que suponía uno de sus actos más personales y que más ilusión le hace por el reencuentro con algunos antiguos compañeros de profesión. Además, daba la casualidad que uno de los galardonados era el padre de su gran amiga Sonsoles, lo que la llenaba de emoción.

En su camino hacia el palco de honor Letizia no dudaba en extender su mano para saludarlo desde la distancia. En ese instante se podía apreciar su rostro de felicidad por este reencuentro aunque decidió seguir caminando por el teatro antes de pronunciar su discurso. Una vez que llegó el momento de recibir el premio, Letizia y el veterano periodista se saludaban con dos besos que demostraba el cariño que se tienen.

Pero además también Fernando la cogía por su cintura mientras mantenían una conversación, donde la sonrisa de la monarca se vislumbraba en su rostro. No obstante, cuando Ónega recogió su premio y lo mostraba a todos los presentes, la madre de la heredera a la Corona española se unía al sonoro aplauso que todos los presentes le daban, mostrando una mirada de admiración hacia un periodista del que aprendió mucho en sus inicios en la profesión.

En cualquier caso, Fernando no dudó en expresar un discurso en el que hacía referencia a Letizia Ortiz como una de las galardonadas hace 28 años, dando muestras de la complicidad y la admiración mutua. De este modo, se trataba de un nuevo salto de protocolo que cada vez es más frecuente para apostar por esta imagen mucho más cercana y adaptada a los nuevos tiempos que tanto necesitaba la realeza y que Felipe y su mujer han sabido exponer en el momento perfecto.