'La familia de la tele' ha empezado de una forma totalmente inesperada. Nada más empezar la conexión, los espectadores han podido ver a María Patiño y Lydia Lozano sentadas en una de las islas de cocina del plató. Enseguida ha quedado claro que algo andaba mal. Lydia estaba haciendo grandes esfuerzos para no llorar, mientras María Patiño la miraba preocupada.
"Cuando una se centra en si misma no se da cuenta de la persona que tiene al lado que eres tú", ha comenzado la conductora. Era a partir de entonces cuando Lozano explicaba, de forma muy sincera y con la voz entrecortada, la enfermedad que le han diagnosticado. "No, pero el problema es que es yo esto lo llevo pasando desde enero, pero lo que no sabéis es que yo llevo cinco años con este problema", ha comenzado, dejando claro que hacia ya tiempo que se enfrentaba a esta lucha.
"Ayer salí del reumatólogo... Parece una tontería, pero para una persona tan independiente como yo que nunca pide que la ayuden para nada, que lo que más le gusta en la vida es conducir...", expresaba, con lágrimas en los ojos. Armándose de valor, Lydia daba la terrible noticia: "Ayer me diagnosticaron artritis reumatoide".
Tal como indica la página web de la Clínica Universidad de Navarra, "La artritis reumatoide es una enfermedad en la que se inflaman las articulaciones produciéndose dolor, deformidad y dificultad para el movimiento, aunque también puede afectar otras partes del organismo". Concretamente, se trata de "una inflamación crónica de la membrana sinovial (la “bolsa” que recubre la articulación) que da lugar a dolor y dificultad para el movimiento y acaba dañando muy rápidamente el cartílago, el hueso, los ligamentos y los tendones".
El cambio de vida de Lydia Lozano
María Patiño ha recibido esta noticia con entereza e intentando transmitir cariño a su amiga y compañera. "Somos personas las que trabajamos en televisión, sé que de esto íbamos a hablar, pero no he tomado conciencia hasta hoy", expresaba la presentadora. Lydia ha contado que si lo ha compartido es porque "nosotros somos de contarlo todo, pero me da vergüenza cada vez".
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Para la comunicadora es muy difícil "que con 64 años tenga que estar así, con la positiva y con lo activa que soy", decía. Los síntomas de esta enfermedad ya han empezado a hacer mella en ella. "Es que se me cae todo de las manos, unos dolores horrorosos. De verdad, es que me da mucho pudor decirle que me cojan los zapatos, que me pongan los zapatos", ha manifestado, queriendo continuar con su independencia.
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"Cuando ayer me dijeron, lo que me dijeron, pues estoy de bajonazo. Es muy duro. Lo cuento porque hay muchas veces que he visto manos así y le he quitado importancia. Es chungo, muy chungo. Los dolores son horrorosos", reiteraba Lozano. Esto ha provocado que haya cosas que han cambiado en su día a día. "Ya no puedo leer libros, porque se me caen de las manos. El móvil sí porque uso el altavoz, porque se me duermen las manos", ha revelado la colaboradora.
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Ahora, Lydia está intentando "adaptarse a esta nueva situación" a pesar de que "tengo todos los dedos inflamados, no me circula la sangre". Una dolencia que le impide "unir las manos, no puedo dar palmas, no he podido hacer este año 'MasterChef' por este problema". Es decir, se trata de una enfermedad que ha empezado afectar también a sus posibles proyectos.
El origen de su enfermedad
"Esto empezó hace cinco años, yo iba y me pinchaban cortisona. Luego me dicen que es el túnel carpiano, es como si se me estropearán los cables. Veo que no recupero las manos y se me empiezan a inflamar", ha relatado. Después de tantos años y del último diagnostico, Lydia ha empezado a asumir que "mi vida no volverá a ser igual".
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Y es que, a las ya molestias ocasionadas, se suman otras decenas de cosas que ya no puede hacer. "Tengo limitaciones de ponerme el sujetador, no me da la mano para coger el secador. Parece una tontería, pero es que me cuesta mucho hasta cortar un fuet. Mañana tengo que hacer un análisis, que te mueres de todo", ha dicho Lozano.
Ante la tristeza de Lydia, Bob Pop, uno de los colaboradores, la ha intentado animar con un consejo. "Los cuerpos se gastan porque los hemos usado y disfrutado. Hay una cosa terrible y preciosa del dolor, cuando no hay dolor se convierte en placer", ha dicho.
La muerte de la madre de Lydia Lozano
Este diagnostico llega apenas unas semanas después de que falleciera su madre, Sol Hernández, a los 96 años. Esta perdida la encontraba en Barcelona, donde Lydia iba a realizar algunas firmas por Sant Jordi. Totalmente devastada, llegaba al tanatorio de La Paz junto a su hermana y su marido Charly. Llorando a lágrima viva, Lydia explicaba cómo había recibido la noticia.
"Sentí mucha angusta. Me pregunté, '¿cómo vuelvo a Madrid?'. No viajo por estar, por si pasa algo. Y ha pasado. Pero bueno mi hermano se llamaba Jorge y se ha muerto casi en el Día de Sant Jordi", expresó. Sacando esa positividad de la que hace gala, Lozano afirmó que "hay que quedarse siempre con lo bueno" y destacaba el buen tiempo que hacia ese día. "Hace este solazo, que a ella le encantaba como a mí tomar el sol. Mi madre ha sido maravillosa, maravillosa", ha terminaba.