Pilar Eyre, experta en Casa Real, advierte: "Si la reina Letizia pasa a la historia será por haber inventado un nuevo método de comunicación"

"Si la reina Letizia pasa alguna vez a la historia será por haber inventado un nuevo método de comunicación", así de contundente se muestra Pilar Eyre, experta en realeza, en su último vídeo de Youtube. La bloguera de Lecturas ha aprovechado su canal 'Al aire' para hablar del poder comunicativo que ha encontrado la mujer de Felipe VI a través de la moda. "Ella ha sido periodista y tiene ideas que el resto de reinas no tiene", afirma. 

Cuando se casó con Felipe y le contaron cuáles iban a ser sus deberes a partir de entonces, le sentó muy mal que le dijeran que no podía opinar ni dar ideas propias para nada. Tenía que ser neutral. Su labor se iba a limitar a cortar cintas, llevar el ramo de flores, apoyar a su marido y tener hijos y educarlos. Con eso, su papel estaba cumplido. 

Sin embargo, cuando doña Letizia llegó a Zarzuela ya no era ninguna niña. La experta en realeza recuerda que la consorte ya había ejercido una profesión "con brillantez" y no podía limitarse a ser un accesorio que se quita y se pone. "Ella discurrió de qué manera podría dar a conocer sus ideas, enviar mensajes de apoyo y dar una opinión para que su papel fuera más que ser simplemente un florero", cuenta Eyre. Ahí es donde entra en juego la ropa.

Aunque no fue un cambio de la noche a la mañana, consciente del interés que generaba su forma de vestir lo ha utilizado a su beneficio personal e institucional. "Se le ocurrió a ella y a su equipo de comunicación utilizar la ropa. ¿Y si lo convierto en un activo? Así ha convertido la moda en un lenguaje (...) La Reina nos habla con la ropa. A veces de una forma muy sutil y otras de una manera rotunda", desvela Eyre.

Los importantes mensajes de la reina Letizia a través de la ropa

Doña Letizia se ha convertido en la mejor embajadora de la moda española. Todas las marcas sueñan con vestirla por la exposición que eso significaría no solo a nivel nacional sino internacional. Consciente de esa influencia, doña Letizia no dudaba en apoyar a los negocios devastador por la DANA. Cabe recordar que la mantilla que lució en El Vaticano pertenecía a una firma valenciana y justo ayer, para su viaje a Cáceres, estrenó un vestido camisero de Yolanda Guillén, una tienda que fue asolada por la riada. 

"Fuimos un grupo de escritores a Valencia y nos contaron que la Reina había pedido en Benetúser que le enviaran un vestido. Hubo alguno problemas, el vestido no llegada y su estilista, Eva Fernández, hizo todo lo posible para que llegara a Zarzuela y después de limpiarlo, porque estaba lleno de barro, lo ha podido lucir", nos cuenta la escritora. 

Muy comentado fue también su apoyo a Ucrania con una blusa que se asemejaba al traje regional ucraniano y que estaba bordado a mano por refugiados. Además, cada vez que viaja a un país extranjero procura hacer un guiño a la moda local. 

Pero no solo utiliza la moda para enviar mensajes institucionales sino también personales. Pilar Eyre recuerda cuando rescató un vestido de la reina Sofía en uno de sus peores momentos o cuando comparte ropa con sus hijas Leonor y Sofía, un gesto que refleja la gran unión que existe entre ellas. "Lo más conmovedor fue cuando lució un bolso de Isabel Sartorius, que fue novia de Felipe", cuenta. Un gesto con el que zanjó por completo los rumores que hablaban de una mala relación entre ellas. 

La crítica de Pilar Eyre a la reina Letizia

No obstante, doña Letizia no siempre acierta. Para la experta en Casa Real, la elección estilística de la Reina en la graduación de la infanta Sofía no fue, ni mucho menos, acertada. "No entiendo qué nos quería decir con ese traje rojo exactamente igual que el de su hija (...) No sé por qué se lo puso. ¿Para que se la distinguiera entre el resto de madre? No lo entiendo", censura.

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Al margen de esto, Pilar Eyre ha celebrado la forma en la que Casa Real trató el acto. "Ese es el camino que deben seguir. Son imágenes que no conocíamos. Me gustó mucho", expone. Finalmente, respecto a las especulaciones entorno al futuro de la infanta Sofía fuera de nuestro país, la escritora es tajante: "No entendería que estudiara en una Universidad extranjera. Es la número dos, el recambio y tiene que estar aquí. Lo contrario sería desconfiar de los españoles. Me gustaría que las dos estuvieran aquí y poder escuchar su voz".