Descubrimos el refugio donde se ha blindado Mary Donaldson tras el escándalo de Federico de Dinamarca

La mujer de Federico de Dinamarca ha encontrado su paraíso particular dentro de uno de los palacios de la familia, siendo su refugio una de sus grandes pasiones

Pablo Sánchez
Pablo Sánchez

Periodista especializado en corazón y actualidad

Mary Donaldson
Gtres

Este ha sido, sin duda, un año bastante complicado para Mary Donaldson (55 años), sobre todo después de tener que hacer frente a los rumores de crisis en su matrimonio tras filtrarse unas imágenes de su marido, Federico de Dinamarca (55 años) paseando por Madrid con Genoveva Casanova (47 años), una supuesta amistad que ha dado la vuelta al mundo y que ha generado diversos rumores que afirman que podría haber algo más entre estos dos supuestos amigos. Pues bien, si ante este escándalo la mexicana ha decidido esconderse en el Palacio de Arbaizenea en San Sebastián, propiedad de su exmarido, Cayetano Martínez de Irujo, Mary de Dinamarca tiene su propio refugio al que le gusta acudir para relajarse.

El particular refugio de Mary Donaldson

Según pública la revista ‘¡Hola!’, Mary cree en el impacto de la naturaleza para nuestro bienestar y la salud mental, usándola para encontrar la paz y el equilibro en su vida, algo que necesita mucho en estos duros momentos. Aunque hace poco la hemos podido ver sonriente y feliz colocando el árbol de Navidad junto a su marido y sus hijos, Mary está intentando capear este temporal metiéndose de lleno en una de sus grandes pasiones: la naturaleza.

Su particular refugio está en Fredensborg, el palacio más antiguo del territorio danés, construido en 1753. Se trata de un edificio de estilo barroco que fue su primer hogar como casada y que la Familia Real usa como residencia en verano. De hecho, los reyes de España estuvieron en este mismo lugar el pasado mes de noviembre durante una visita de Estado. Este impresionante castillo está situado a 42 kilómetros de Copenhague y lo más destacable son sus increíbles y enormes jardines, de inspiración versallesca. Estos ocupan una superficie de 122 hectáreas y están llenos de estatuas y formados por anchos caminos flanqueados por arboles.

La gran pasión de Mary Donaldson, la naturaleza

Junto a estos increíbles jardines podemos encontrar otros mucho más privados en los que a Mary le encanta pasar tiempo y relajarse. Según informa el medio, Mary ha querido apostar por la defensa de la biodiversidad, ya que uno de los temas que más preocupan a la princesa es el futuro del planeta. “En los últimos años me he vuelto más consciente de cuánto bien obtengo de estar en la naturaleza, que siempre ha llenado mi vida. Aquí puedo dejar fluir mis pensamientos, encontrar paz y tener tiempo para reflexionar. O puedo obtener nuevas ideas y encontrar soluciones a desafíos en los que he estado pensando durante mucho tiempo”.

De hecho, Mary ha querido hacer de estos jardines un lugar donde celebrar la naturaleza: “Hemos utilizado parte de nuestro jardín en Fredensborg para convertirlo en un lugar donde las plantas y las flores crecen silvestres… Es un buen lugar para los insectos y otros animales, y donde los pájaros vienen de visita", afirmaba durante la conferencia “La biodiversidad es un buen negocio” en noviembre del pasado año. Sin duda, un refugio del que no puede sentirse más orgullosa, ya que para ella es muy importante “crear oasis salvajes justo aquí donde vivimos. Después de que el jardín se ha vuelto más salvaje, vengo aún más. Es increíblemente interesante ver cómo se desarrolla la naturaleza y experimento algo nuevo casi todos los días. Hemos visto más mariposas y abejas”.

Y es que este tema preocupa tanto a Mary que desde 2020 es la presidenta de la sucursal en su país del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la asociación no gubernamental más importante del mundo en defensa de la Naturaleza, cargo que antes ostentaba su suegro, el príncipe Enrique de Dinamarca, antes de fallece en 2018.

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