Carmen Lomana, la nueva 'tramposa del pueblo'

Abrimos micrófonos! Sí, queridos lectores, 'Supervivientes' está que arde, y no precisamente por el más que sospechoso bulto que esconde Nacho Vidal en su bañador. Las trampas han vuelto a las islas. ¿Cómo? ¿Cómo? Pues como se lo estamos contando. No contentos con los tejemanejes anteriores que ya les causaron más de un problema, los supervivientes han vuelto a desafiar a la organización, eso sí, con tan mala pata que les han pillado las cámaras. ¿Pero todavía no han aprendido que, al final, se graba todo? Ni estando todo el santo día rodeados de redactores toman conciencia de su situación. ¿Qué será lo próximo? ¿Tratar de llegar a nado a España para ver la final de Eurovisión desde sus casas y volver como quien no quiere la cosa? ¿Robarle el desayuno a la mismísima Lara Álvarez? Si fueron de los que no consiguieron permanecer con los ojos abiertos durante la gala, no sufran. Aquí tiene los 10 momentos clave para no perderse detalle del universo 'Supervivientes':

 

 

Los ladrones van a la oficina. Los hechos se produjeron a plena luz del día, mientras las cámaras parecían enfocar a Lola y Christopher. Una sigilosa Carmen Lomana, alias 'la nueva tramposa del pueblo', se acercaba a la soga que separa las dos islas y lanzaba, con mucho atino, algo a Lucía. Ésta, rápidamente, se lo mentía en la boca y trataba de disimular el placer. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué había sido ese objeto volante no identificado? Pues un trozo de pancake que había cocinado la rubia más glamourosa y que, en un acto de piedad, había decidido compartir con la hambrienta Lucía. ¿Acaso hay tanto mal en este gesto de bondad? ¡Pues claro que sí! Las normas son las normas y están para cumplirlas. Gracias a tan absurdo desliz, ambos grupos se han visto privados de una parte de su arroz semanal. Así aprenderán. Pero cuidado, que las desgracias nunca vienen solas...

A la parrilla, como me gusta. Tres pesos pesados se enfrentaban a la expulsión del público: Nacho Vidal, el foco de todos los problemas, Isa Pantoja, la concursante fantasma, y Carmen Lomana, la socialité más salvaje. Y la expulsada fue... ¡Carmen Lomana! Esto sí que no nos lo esperábamos. Mientras la benjamina de los Pantoja permanece en silencio la práctica totalidad de los días y Nacho Vidal se gana enemigos a cada minuto, Carmen Lomana empezaba a encontrarse en su salsa. ¡Si hasta parecía que había nacido en la mismísima isla! Pero ni los esfuerzos por interactuar con todo el mundo, ni su capacidad innata para soltar puñales sin despeinarse, fueron suficientes para conseguir el favor del público. Y pensar que Rafi Camino continúa tostándose al sol y viendo la vida pasar sin hacer absolutamente nada... ¡Cuántas injusticias! Más que una hamburguesa, lo que está a la parrilla en 'Supervivientes' es el extorero.

 

Tus ojos, bandido, robaron mis cuentos. La expulsión de Carmen Lomana coronaba una semana un tanto extraña para el grupo de los supervivientes menos afortunados -los anteriormente conocidos como rechazados-. Mientras Isa Pantoja sufría las terribles consecuencias de su enfermedad de estómago, llegando a desmayarse momentáneamente, sus compañeros de isla trataban de animarse de la mejor forma posible. Y si no, que se lo pregunten a Rafi Camino, que no deja títere con cabeza. El extorero vive con ilusión desde que la organización le ha unido a Lola. Rafi, desde su posición horizontal en la playa -de ahí no hay nadie que le mueva-, controla todos los movimientos de la extronista, a ver si, en uno de ellos, pierde el bikini y deja ver la generosidad que la cirugía le ha proporcionado. Y sí, el que la sigue, la consigue. Rafi se ha quedado más satisfecho que cuando vio a Sabrina Salerno en aquella mítica gala de Nochevieja. ¡Boys, boys, boys!

Una lágrima cayó en la arena. El otro grupo de supervivientes, el de los más fuertes, no ha hecho honor a su nombre. Nacho Vidal ha pasado una semana de pura depresión, mezclada con luminosos episodios de broncas. El actor porno se ha acordado mucho de su familia y ha derramado lágrimas de impotencia. Bueno, y también de rabia por sus enfrentamientos con Suhaila. La enemistad entre los dos concursantes es ya irreconciliable, y más tras el desafortunado episodio en que Nacho acabó nombrando al padre de la extronista, fallecido el año pasado. Un límite que, por otra parte, no deberían haber traspasado. A este ritmo, no aseguramos que lleguen vivos a la final. Y ya, como les dejen en el palafito... O se ahogan o se enamoran, una de dos. Pero la extronista no es la única enemiga del actor porno. Al dúo se ha unido Lucía, capaz de montar la marimorena por unos ermitaños que se le escaparon al pobre Nacho. Menos mal que Christopher y Rubén se mantienen fieles al actor porno y le consuelan en cada momento.

En busca del fuego. Tal es la fidelidad de Christopher con Nacho que le ha cogido el relevo en lo de hacer fuego. Gracias a la enseñanzas de este superviviente más experimentado, el rico heredero pudo hacer brasas y prender la llama, no precisamente del amor. Y si para cualquier mortal es una auténtica hazaña, para alguien que se ha criado con todos los lujos posibles debe ser casi un orgasmo. ¿Ahora qué tienen que decir todos los que criticaban el paso de Christopher por el concurso? Las primeras semanas le vimos poco, es verdad, pero desde su enfrentamiento con Lola, el joven no ha parado. Ahora ya no se corta un pelo si tiene que plantarle cara a alguien o tiene que luchar por su porción de comida. Y todo sin quitarse la camiseta y con unos modales exquisitos. Espérense que no termine colándose en la final.

Vive en una piña debajo del mar. Las pruebas de recompensa son uno de los momentos más esperados por los concursantes en cada gala. Esas montañas de espaguetis con albóndigas, esas pizzas descomunales, esos donuts grasientos, esas cascadas de bombones. Se nos hace la boca agua incluso a nosotros, que tan solo tenemos que trasladarnos a la nevera para coger algún manjar -pocos, que luego no llegamos a la operación bikini y tenemos que recurrir a las dietas locas de las famosas-. Esta semana el premio, sin embargo, no era tan goloso. Los supervivientes se enfrentaron por fruta, fresca y nutritiva fruta. Para ello tuvieron que formar dos equipos y jugar una especie de partido de baloncesto, a ver quién conseguía encestar más piezas de fruta mientras los del equipo contrario trataban de impedirlo. Muy fácil de explicar y muy complicado de conseguir. El grupo de los débiles, de hecho, no se fue con las manos vacías por obra y gracia de Jorge Javier, que se apiadó de ellos y les regaló una piña. Pobres, ¿no les dan pena?

 

¡La leña arde! No se asusten, que Isabel Pantoja todavía no ha salido de prisión. Lo que está que arde son nuestros supervivientes. Concretamente, Fortu y Suhaila, que han sido los que se han tenido que disputar el collar de líder. Y como ya ocurrió la semana pasada, una potente lengua de fuego ha obtenido todo el protagonismo. Los concursantes, atados por los pies, tenían que aguantar el máximo tiempo posible mientras les caía agua helada por la cabeza y les abrasaba el fuego por el pecho. Un placer prácticamente indescriptible, como pueden ver. Tanto Fortu como Suhaila se entregaron en cuerpo y alma, pero tan solo dos segundos dieron la victoria a la extronista. ¿Qué hizo el cantante? ¿Alegrarse? Nada de eso. Desconfió de la organización y sugirió que si él se había quemado las manos, era muy raro que a Suhaila no le hubiese pasado si había estado más tiempo. A eso se le llama tener un buen perder...

La enemiga pública número uno. Si hasta ahora había sido Suhaila la que había acumulado todos los odios habidos y por haber, gracias al collar de líder la extronista pudo hacer gala de su inmunidad y salvarse de las nominaciones. No así su íntima amiga Lucía, la nueva enemiga número uno de la isla. Menos las 'nuevas chirlas', que nominaron a Nacho Vidal, todos los demás le dieron su voto a la ex participante de 'Gran Hermano' -bueno, Rafi nominó a Isa Pantoja con unos argumentos que todavía no hemos podido entender-. Lucía no tuvo reparos en encararse a Christopher, pidiéndole una explicación de la nominación, pero eso no la salvó de salir a la palestra. Junto a ella, Nacho Vidal y Fortu, por nominación directa de la lideresa. De nuevo, tres pesos pesados en la cuerda floja. ¿Tienen ya claro su voto? No se olviden de mandar sus mensajes antes del jueves, que seguro que con la euforia de las elecciones del domingo creen que tienen los deberes hechos y estos pobres concursantes se quedan sin su ayuda.

La rica salsa canaria se llama mojo picón. ¡Por fin se ha hecho justicia! Si la expulsión de Carmen Lomana de playa Uva nos dejó con la boca abierta, lo de Noel hubiese sido ya de juzgado de guardia. El canario llevaba toda la semana con cara de seta y quejándose de su maldita suerte por estar en el palafito, sin preocuparse ni lo más mínimo en hacerle la estancia un poco más agradable a Elisa. La italiana no pierde la sonrisa y consigue reponerse a todo tipo de obstáculos como si fuese el primer día -gracias a tanta paciencia, la organización le ofreció una cena para ella sola, y la pobre, viendo que Noel no iba a comer, casi rechaza la comida por solidaridad-. ¡Eso es una verdadera superviviente! Menos mal que el público fue coherente y decidió mandar al extronista a su casa y dejar a Carmen Lomana con Elisa en el palafito. Las dos rubias lo pueden pasar bomba. Vamos, que como se animen, se quedan a vivir un par de meses en la playa. ¡Menudas son!

Ahora prepárense que viene lo mejor. Tras la victoria de Edurne en Eurovisión -porque está claro que va a ganar, ¿verdad?- y las emociones del recuento electoral, los supervivientes les esperan el domingo, con Labrador volviéndose a reencontrar con Jesús Reyes, con Isabel Rábago tratando de explicar todas sus polémicas, con Nagore sentando cátedra, con Mila y Lydia bailando el chuminero, con Belén Rodríguez vaticinando todos los movimientos y con Raquel Sánchez Silva rezando para que tanta locura no le adelante el parto. Y aquí, en Lecturas, se lo contamos todo. ¡Cerramos micrófonos!

 

Por el Hombre Confuso