Carmen Borrego ha llegado a su límite. La colaboradora de 'Sálvame' está haciendo un esfuerzo hercúleo para trabajar en su cambio físico y mantenerlo. Intensa actividad física, autoanálisis emocional y dieta estricta, son los tres ejes de su renovada imagen, cuyo punto de partida fue su paso por el quirófano, en septiembre, para someterse a un retoque estético.
La hija menor de María Teresa Campos está sometida a un gran estrés no solo por las pruebas a las que la somete el programa de Telecinco, sino por la preocupación que le causa la salud de su hermana Terelu, y la responsabilidad también para con su madre.
Carmen se ha hartado de que, cada vez que visita el plató con un cambio de 'look' o para que se someta a análisis sus pruebas semanales, sus compañeros viertan contra ella opiniones tan negativas. La tertuliana, desmotivada, ha puesto en jaque a 'Sálvame' y ha llegado al programa con la voluntad de abandonar el 'Desafío Borrego'.
Borrego ha expuesto las razones que la han llevado a tomar esta drástica decisión. Muy enfadada, declaraba: "He decidido aceptar este reto, pero en vez de salir motivada, salgo desmotivada. Lo que me encuentro de mis compañeros es siempre negativo. Ellos están en su derecho de opinar y yo de cabrearme".
Sincera, ha confesado que, en cada cambio de imagen, se siente "disfrazada". "No me siento bien", admitía. Y continuaba: "Cada vez que bajo por esa escalera, me muero de vergüenza. (...) Soy una persona con mucho sentido del ridículo y no me ha gustado ni de pequeña".
Es tanto el mal rato que pasa cada vez que le toca ir a trabajar que ha acabado afirmando: "Me crea muchísima inseguridad y salgo de plató con ganas de comerme una caja de magdalenas".
No solo ha cargado contra sus compañeros, sino también contra su entrenador físico, de quien no le ha gustado un reciente detalle que ha tenido con ella, despreciando todo su esfuerzo: "Que mi entrenador físico diga que me he portado mal, pues me duele".
"Adelgazar, quiero seguir haciéndolo", ha reconocido, pero también ha señalado que se siente "vigilada". "Salgo con mi marido a tomar algo. Él se toma una caña y yo un agua, y me encuentro que la gente se pone a hacerme 'fotitos' para ver si me salto el reto", se ha lamentado.
No todo han sido reproches, y Carmen ha expresado sentirse "superagradecida" con el programa, y ha admitido que "posiblemente estoy más nerviosa, porque tampoco estoy pasando por el mejor momento de mi vida". También ha querido dejar claro que no quiere "meter en esto a mi hermana, que es mi máxima prioridad".
Belén Esteban y Kiko Hernández se han defendido, afirmando que "si no nos gustan tus cambios de 'look', no podemos mentir". Asimismo, el tertuliano le ha echado en cara que también los aspectos negativos están incluidos del compromiso que aceptó con 'Las Campos' y con 'Sálvame', y que tiene que aceptarlos.
Finalmente, más tranquila, y tras su "derecho a la pataleta", ha decidido continuar con 'Desafío Borrego"