Britney Spears preocupa tras su salida del centro psiquiátrico

Britney ingresó a principios de abril por problemas de estrés y ansiedad. Al parecer, está muy afectada por los problemas de salud de su padre, Jamie Spears, que sufrió una perforación del colon en noviembre que casi le provocó la muerte y ha sido operado de urgencia dos veces. La cantante ha disfrutado de un permiso de 24 horas, y ha mandado un mensaje muy desconcertante desde su instagram, donde aparece desmejorada y ojerosa: "Quiero decir hola, porque hay cosas que se han dicho que están fuera de control, rumores, amenazas de muerte a mi familia y a mi equipo. Estoy intentando tomarme un poco de tiempo para mí misma pero todo esto que está pasando lo hace más duro para mí. No creais todolo que leéis y escuchais, esos mails falsos fueron creados por Sam Lufti [su exmánager] hace años, yo no los escribí".

Hace unas semanas, algunos fans de Britney pusieron en marcha en las redes la campaña #FreeBritney a raíz de una entrevista de un hombre que dice formar parte del equipo legal de la cantante y que aseguraba que Brit ingresó en el centro psiquiátrico obligada por su padre, Jamie y su actual mánager. Sam Lufti, su exmanáger, también apoyó esta teoría, lo que llevó a una lluvia de críticas hacia su familia. Jamie Lynn y Jamie, hermana y madre de la cantante, han tenido que salir al paso y defenderse de los ataques. "No vayáis contra las personas a las que quiero", escribía Lynne en sus redes. Cabe destacar que Jamie Spears es quien controla todo el patrimonio de Britney desde 2008, cuando un juez la inhabilitó, y toma todas las decisiones relacionadas con su carrera.

El portal TMZ informa de una nueva teoría sobre el ingreso de Britney. Al parecer, la medicación que toma desde hace años –y con la que ha conseguido estabilizar sus problemas de salud mental– ya no hace efecto. Britney toma un cóctel de medicinas específico para ella, hecho a medida, y los doctores están probando una nueva mezcla que funcione. Este proceso de prueba y error podría haberla desestabilizado, no quería colaborar más y generó alarma, ya que en estos casos hay riesgo de suicidio.

"¿Quién me iba a decir que el estrés me haría perder dos kilos? Bien por mí". En sus redes, Britney intenta tomarse con humor toda esta situación. La cantante ya ha dejado atrás su época más oscura, a raíz de su separación de Kevin Federline, en 2006, que la llevó a una espiral que desembocó en la pérdida de custodia de sus hijos. Su vuelta a los escenarios se saldó con una residencia en Las Vegas y una gira mundial multimillonaria. Sus fans temen que esta recaída afecte de nuevo a su carrera y su salud mental.

Para algunos fans, sin embargo, estos posts no son obra de la cantante, sino de su equipo. "Britney nunca escribe cosas así", "Britney jamás ha hecho referencia a sus problemas de salud mental", "¡Basta ya, estáis abusando de ella!", son algunos de los comentarios que han escrito.

La ruptura con el bailarín Kevin Federline, padre de sus dos hijos, dejó a Britney devastada. En 2007 protagonizó el momento más duro cuando, perseguida por los paparazzis, entró en una peluquería y se rapó ella misma el pelo y días más tarde, se lió a paraguazos con los fotógrafos. Britney perdió la custodia de sus hijos en 2008 y el control sobre su patrimonio. Poco a poco, la cantante ha ido resurgiendo y redirigiendo su carrera y su vida. Desde hace dos años, sale con otro bailarín, Sam Asghari, que está siendo un gran apoyo en estos días difíciles. Con él ha pasado este permiso de 24 horas.

El pasado mes de enero, Britney canceló su nueva residencia en Las Vegas, 'Domination', por los problemas de salud de su padre. Debían ser 32 shows que iban a reportarle medio millón de euros por noche. Esta serie de conciertos venía tras 'Piece of Me', su anterior residencia en la ciudad de los casinos que se cerró con un récord de 248 shows y una gira mundial con las entradas agotadas en casi todos sus conciertos.