Belén Écija, hija de Belén Rueda, radiante con su vestido de novia boho con múltiples capas y lleno de detalles

Hoy es un día muy especial para Belén Rueda (60 años), una de nuestras actrices más famosas que celebra la boda de su hija, Belén Écija (31 años), que ha decidido pasar por el altar con su novio desde hace seis años, el asesor financiero Jaime Sánchez. En un fin de semana en el que ya hemos podido ver los enlaces de Susana Molina o de Leticia Fernández de Villavicencio, esta nueva boda se está celebrando en Menorca, donde la hija de la actriz ha llegado a  la iglesia de Sant Climent, uno de los pueblos con más encanto de la zona, para darse el ‘sí, quiero’ con su pareja delante de todos sus seres queridos y familiares más cercanos. Nada más bajar del coche hemos podido ver el look elegido por la novia, una elección muy acertada y que encaja a la perfección con el estilo de la joven.

El vestido de novia de Belén Écija

Belén ha optado por un vestido de la diseñadora Cristina Valenzuela y ha seguido apostando por el estilo boho chic que tanto ama y que la caracteriza, siendo una novia moderna, poco tradicional y muy atrevida. De esta manera, Belén se ha convertido en una novia bohemia con un vestido versátil y muy llamativo, teniendo toques minimalistas con unos tirantes con hombros caídos y lazada alrededor del brazo.

Esta pieza contaba también con una falda vaporosa muy cómoda y fresquita en lo que parece un look effortless, siendo muy llamativa su larga cola y el diferente y original ramo de flores que ha elegido. Además, siguiendo esta estética boho, Belén ha optado por llevar su melena de manera natural y salvaje, contando con diferentes adornos en el pelo. Écija ya definió este vestido como “rompedor” hace días, dejándonos ver lo que finalmente ha sido un traje poco tradicional, muy adaptado a su personalidad y a ese estilo isleño que tan bien encaja con la localización de la boda. "Mi madre me ha ayudado en todo, ha sido mi mayor apoyo", añadía la novia, siendo la actriz uno de sus grandes pilares en este proyecto de vida tan destacado en el que su padre, el productor Daniel Écija, ha hecho las veces de padrino. 

La relación de Belén y Jaime ha sido una muy discreta y alejada de los focos, habiendo conseguido separar del todo su vida como actriz de su parte más íntima. Los dos han conseguido construir una relación madura y cercana que hoy parece llegar a su punto álgido con este enlace, que comenzó siendo muy pequeño y que creció por momentos.

"Se me ha ido mucho el número, pero bueno, más de 100 y menos de 400", explicaba la propia Belén recientemente a la revista '¡Hola!', a los que también reconocía estar "muy contenta, he hecho ya la prueba de menú. Hice una primera con toda la familia, con mi padre, su mujer, mi madre... luego, la madre de mi novio, que también están separados, entonces somos 200 mil, y fue muy divertido. Y esta segunda vez ya lo hemos afinado porque había aperitivos que no nos convencían y ¡es brutal! Y ese proceso ha sido superbonito porque también estaba mi hermana".

 

 

 

 

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El vestido de Belén, muy especial

En una conversación con 'Vanitatis', la diseñadora de este vestido aseguró que "el vestido de Belén se va formando poco a poco basándonos en sus ideas, gustos y personalidad. Yo me encargo de reflejar todo lo que ella me transmite en el diseño de su vestido. Se deja asesorar totalmente en cuanto a propuestas que potencian todo lo que ella se imaginaba, se fía totalmente de mí, lo que hacer que sea todo muy fácil".

Esta modista tiene un vínculo muy especial con la madre de la novia, a la que ha vestido en numerosas ocasiones, usando siempre “tejidos de alta calidad y detalles artesanales” en todas sus creaciones.