Belén Esteban le hace el mayor de los desprecios a Kiko Matamoros en 'Sálvame'

Este jueves el colaborador ha acudido a su cita semanal como Defensor del Espectador, pero ella se ha montado un planazo paralelo en plató

9 de noviembre de 2018, 09:33

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'Sálvame' recibía este jueves por la tarde a Kiko Matamoros, quien no faltaba a su cita semanal para presentar el Club del Defensor del Espectador. No todos le daban la bienvenida con los mismos ánimos. De hecho, algunas, como Lydia Lozano o Belén Esteban ni siquiera tenían ganas de verle ni de escucharle. Con ambas viene protagonizando choques que dejan las paredes de Mediaset tambaleándose.

Pero Belén venía esta tarde muy zen. Al menos esa era su intención en el arranque del programa. Que estaba Kiko Matamoros en plató, pues como si se oye llover. Cuando Carlota Corredera ha ido a dar paso a la sección del tertuliano, Belén se ha levantado de su sillón y, cuando todos daban por sentado de que iba a salir del plató para no encontrarse con él, se ha situado en un rincón de la estancia, porque se había montado un 'planazo' que a más de una le ha dado envidia.

Y es que tenía cita con una experta en hacer manicuras. Pues sí, Belén debe haber pensado: "Para qué escuchar a Matamoros, si me va a acabar rayando y poniendo de mal humor. ¡Pues me hago las uñas!". La Esteban estaba encantada porque le habían concedido dos deseos de una vez: tener las manos perfectas y no tener que aguantar a Kiko.

El tertuliano, con perplejidad, intenta encajar el desprecio de su compañera con resignación, y afirmaba: "Pues parece que esta semana no se llena el club...". Y, avanzándose a la curiosidad de Carlota, que preguntaba a Belén por el color que se iba a pintar las uñas, Kiko ha respondido por ella rápidamente: "Se las va a poner gris rata". Una clara alusión al insulto que le dedicó la de San Blas en su visita anterior.

El colaborador ya le ha podido lanzar 'anzuelos' a la tertuliana, que ha optado por hacer intervenciones de 'baja intensidad' y hacer de menos sus ataques. La manicura, casi, casi, le ha sentado mejor que las míticas meriendas de 'Sálvame'.

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