Beatrice Borromeo es una de esas pocas personas que puede presumir a la vez de descender de una de las casas aristocráticas más importantes de Europa, y de llevar la moda escrita en su ADN.

Con unos ancestros familiares que se remontan hasta los Medici, y siempre presentes en la primera línea de la historia del ducado de Milán y de Italia, Beatrice es hija del conde Carlo Ferdinando Borromeo y de Paola Marzotto, de quien ha bebido toda la cultura ‘fashionista’ que siempre ha rodeado a esta. Y es que los Marzotto son dueños de una de las mayores empresas textiles de Italia, dueña de firmas como Valentino o Hugo Boss. Así, no es de extrañar que pronto empezara a coquetear con la idea de convertirse en modelo.

Las pasarelas y la publicidad terminaron por saberle a poco y su carácter contestatario la llevó a estudiar Periodismo en 2012, su verdadera pasión, aunque ya era licenciada en Derecho y Economía. Fue estudiando en Milán donde conoció en 2008 a Pierre Casiraghi y con el que entabló una relación que la ha convertido en el objetivo de la prensa no sólo de su país, sino también a nivel internacional.

De ella se admira tanto su estilo y belleza, como su audacia, ya que no ha temblado a la hora de enfrentarse a algunas de las figuras más polémicas de su país cuando las ha entrevistado para los medios para los que trabaja.