3 de noviembre de 2016, 15:24
El hogar de Karmele, 40 metros cuadrados donde se acumulan sus recuerdos
Perdió casi todo su patrimonio por culpa de las malas inversiones y la nefasta gestión de su exmarido
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Con su mascota, Poppy
"Yo trabajaba y puse mi patrimonio en manos de mi exmarido para que me ayudara a administrarlo. Y no lo hizo. La culpa es mía por darle poderes”. Ahora solo comparte piso con esta gatita
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La cocina, repleta de color (y de yogures)
La cocina y el baño se encuentran en el espacio inferior, al igual que el salón. En el superior se encuentra la habitación, con un rincón habilitado como estudio.
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Una delicada herencia
En su habitación, Karmele guarda una talla de la Virgen del siglo XVIII, heredada de su abuela
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El baño, y rincón de su gato
En el baño se encuentra el rincón donde duerme Poppy, la gata. A la propia Karmele, sus compañeros de ‘Sálvame’ la llamaron Poppy en el pasado.
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El salón, presidido por un gran sofá rojo carmesí
“Descubrí que la relación con mi marido era una mentira. Caí en un bache. Sin embargo, recuperé la capacidad de amar con un francés, pero la relación no pudo ser porque él trabajaba en la NASA. Desde Semana Santa tengo un amor maravilloso. Él no pertenece a mi mundo, tiene miedo a las fotografías y lo que me encantó es que no me conocía de nada". Su corazón está tan rojo como su sofá.
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La luz, indispensable para un buen maquillaje
"Creo que asusto, hay gente para la que soy rara, no me entienden. Salirte del estereotipo y ponerte plumas en la cabeza o vestir de colorines o decir las burradas que digo a veces, hace que algunos se asusten"
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Vive en un apartamento dúplex
Ha juntado en el pequeño espacio del que dispone todos los muebles y objetos que tienen más valor sentimental para ella. El resto lo ha tenido que vender todo.
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Le encanta el arte
Conserva piezas importantes como esta pieza de la escuela de Goya
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La vivienda tiene 40 metros cuadrados
“Tuve que vender una casa maravillosa de 500 m2 con jardín en una de las mejores zonas de Madrid, pero no se me caen los anillos por vivir en mi nuevo piso”
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También le gusta el estilo más vanguardista
Como se aprecia en este lienzo de Nicolás Staël
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La colaboradora se trasladó a Vallecas
La habitación de Karmele tiene una terraza desde la que puede verse la piscina comunitaria.
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Duerme entre delicadas sábanas
Las sábanas de hilo de la cama son, según ella, del siglo XVIII y también una herencia familiar. Al fondo se puede ver un vestido de cuadros, de la firma italiana de lujo Marni, su favorito
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Su lugar de trabajo, con abundante luz natural
Y estos son sus deseos futuros: "Quiero ir a vivir a Barcelona, es mi refugio. Allí voy a escri- bir un libro sobre mis años en Madrid y lo voy a contar todo: amores ocultos, las orgías en las que he participado...Tengo una vida muy intensa"
Karmele Marchante abre por primera vez las puertas de apartamento tipo dúplex a Lecturas. La periodista vive en el barrio madrileño de Vallecas después de haberse visto obligada a vender el hogar de 500 metros en el que vivía.
Sus muebles más queridos, una virgen que heredó de su abuela o las sábanas del siglo XVIII que le recuerdan de donde viene, se amontonan en los 40 m2 a los que se ha trasladado tras perder la mayor parte de su patrimonio. La periodista nos anuncia que vuelve a estar enamorada y, pese a sus problemas económicos, mira con esperanza el futuro.
“Me arruiné pero soy fuerte y saldré adelante. Siempre he tenido dinero para comer. En este país hay gente que no cubre sus necesidades básicas. Yo me he tenido que apretar mucho el cinturón porque acumulé muchas deudas por mis malas inversiones y mi exmarido [Diego Soto] colaboró a que las cosas fueran a peor. Vendí todo lo que pude y me dejaron. Tuve que vender una casa maravillosa de 500 metros con jardín en la calle Arturo Soria [una de las mejores zonas de Madrid]. Ahora vivo en este apartamento en el ensanche de Vallecas y he reagrupado todos los muebles que son im- prescindibles para mí. No se me caen los anillos por venir a vivir a esta casa”.
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