Mañana, sábado 19 de noviembre, es un día muy especial para Alessandro Lequio y María Palacios. Los dos bautizarán a su hija Ginevra Ena, una niña que ha revolucionado, por completo, la vida de sus padres. El bebé tendrá unos padrinos de excepción: Ana Rosa Quintana, y su hermano, Álex Lequio Obregón.

Artículo recomendado

Ana Rosa Quintana tiene mucho que celebrar

Mujer de records

El bautizo se celebra en Roma para continuar con la tradición familiar de Alessandro, algo que le llena no solo de orgulloso, sino también de ilusión. El jueves por la noche aterrizaba el matrimonio en la Ciudad Eterna para ultimar todos los preparativos para el gran día.

La niña recibirá las aguas sacramentales en el Palacio de Torlonia, donde residió la abuela del conde. La niña lo hará luciendo un faldón con mucha historia, pues, nada menos, que llevará la misma prenda con la que el rey Juan Carlos fue bautizado, y que después fue usado por sus tres hijos. Se trata de una delicada pieza realizada en color beige, puntillas y encaje, que contiene algunas cintas de raso y pequeñas flores cuidadosamente bordadas sobre la tela.

A su llegada al aeropuerto, María y Alessandro se mostraron muy cómplices y pendientes de la pequeña en todo momento, abrigándola y poniéndole bien el chupete cuando se le caía. De ahí cogieron un taxi que les llevó al centro de la ciudad y el matrimonio se repartió las tareas: Lequio cargó con las maletas y el portatrajes, y María empujó el carrillo de Ginevra.

El sábado, después de oficiarse el sacramento, tendrá lugar un pequeño ágape solo para los escasos invitados. Se tratará de un almuerzo que todos podrán degustar mientras felicitan a los padres y a la pequeña. Entre los invitados, además de padres y padrinos, hay que contar con los abuelos maternos de Ginevra, la hermana de Alessandro, Clemente, el mayor de los hijos de Lequio, y un puñado de amigo íntimos.