Alma Cortés Bollo (25 años) no puede mas. La joven, que dio a luz a su segundo hijo el pasado verano de 2024, lleva varios meses sin levantar cabeza por varios problemas de salud que le han llevado en numerosas ocasiones a tener que acudir a urgencias del hospital, donde incluso ha estado ingresada. Harta y sobre todo muy cansada de esta situación, la hija de Raquel Bollo ha estallado en redes sociales para hablar de esta situación.
"De verdad hay veces que siento que no puedo más. Creo que mi cuerpo ya me ha mandado muchas señales y está petando por completo", ha asegurado Alma en una de sus historias de Instagram en la que también ha puesto "nuevamente metida en un hospital. Y es que en lo que llevamos de año, la que fuera concursante de 'Supervivientes' no ha parado de sufrir baches de salud.
"Llevo nueve meses insufribles donde obviamente todo el estrés de mi vida es el principal culpable de todo, o al menos eso creo yo", ha comenzado diciendo a sus seguidores. Sin duda un autodiagnóstico que un profesional de la medicina tendrá que validar para ponerle el debido tratamiento.
De hecho, además de creer cuál es la causa de su malestar, Alma también tiene claro cuáles son los motivos que le han llevado a esta situación: "Cambio radical de vida, irme de mi ciudad, la nueva casa con su correspondiente obra, que ya sabéis el estrés que ocasiona, una búsqueda exhaustiva y bastante nefasta de colegios para Jimena. Eso me ha traído por la calle de la amargura, aunque el viernes por fin se solucionó", ha explicado.
La hermana de Manuel Cortés ha compartido que adaptarse a su nueva vida con dos niños está siendo más que complicado: "Me tocó sola, lejos de mi chico y con un bebé nada bueno, enganchado completamente al pecho, con una mamitis horrenda, meses y meses de noches sin descanso y teniendo que estar estupenda para afrontar el siguiente día y darles lo mejor de mí. Mi trabajo en redes sociales, que gracias a Dios no me falta nunca y mi propio negocio, que necesitan de mucho tiempo y dedicación. Y a eso sumarle los viajes a otra ciudad para poder trabajar", ha expresado.
Y es que Alma lleva viviendo nueve meses en tres ciudades distintas (Sevilla, Madrid y Algeciras) con todo "el estrés que eso supone encima siendo mamá". "Y a eso que hay añadirle el hacer maletas finde sí y finde también para poder ir a ver a mi chico y al menos vernos dos días", ha continuado diciendo sobre todas las cosas que tiene que hacer día a día y que cada vez se le está haciendo más cuesta arriba.
Alma no puede más porque lleva nueve meses donde ha pisado más el hospital que su propia casa. "No solo para entrar y salir a una urgencia, sino para quedarme ingresada en un par de ocasiones. El último ingreso me provocó mucho malestar y culpabilidad, ya que debido a todos los medicamentos tan fortísimos que tuvieron que poner mi infección y la neuralgia que me diagnosticaron me provocó el corte de la producción de leche materna", ha revelado, añadiendo que ese efecto secundario de las pastillas la obligó a destetarse sin creer que fuera el momento adecuado.

Alma Bollo muestra uno de sus ingresos en el hospital.
Instagram @almacbcortes
Totalmente sobrepasada por todas estas veces que tiene que ir al hospital de urgencia, la también influencer ha confesado que ha llegado un punto en que está muy cansada. "¡Podría seguir escribiendo mil cosas más pero la conclusión es 'que no puedo más'. Necesito estar bien, necesito volver a ser yo sin tener que estar medicada sí, semana no. Y sobre todo estar bien por mí, por mis sueños y por las personas que me rodean día a día", ha afirmado Alma.
La última vez que Alma fue ingresada en el hospital (al menos que lo haya compartido y que se sepa) fue el pasado abril cuando tuvo que acudir de urgencia por un fuerte ataque de lumbalgia. "Me quedé clavada, ni para adelante, ni para atrás", dijo la hija de la colaboradora de Mediaset sobre otro de estos problemas de salud que lleva arrastrando. "La espalda fatal, voy semanalmente al fisio porque estoy destrozada", contó la influencer, añadiendo que los "ocho kilos" que pesaba el bebé tampoco le venían muy bien porque el peque siempre quiere estar en brazos.
"Finalmente me han dejado ingresada a la espera de un tac", contó entonces, añadiendo además que tenía "consulta con el otorrino" Y es que días antes había acudido también al médico porque "por la noche con dolores muy, muy fuertes de oído" con los que incluso tuvo problemas para mantener el equilibrio. Una dura situación por la que fue atendida por los profesionales de salud porque relató que "el dolor era insoportable".