La semana pasada vivimos en ‘MasterChef 13’ la dolorosa expulsión de Clara, una de las favoritas de esta temporada, generándose mucho revuelo en redes sociales al respecto. Sin embargo, el talent show de cocina de Televisión Española ha continuado y sus expulsiones siguen cada semana, siendo cada vez más tristes de ver. Este espacio del ente público sigue sus andadas y anoche tuvimos nuevo episodio, uno muy intenso en el que un nuevo concursante tuvo que dejar atrás los fogones y su propio delantal, convirtiéndose en el nuevo eliminado de la edición.
Así fue la nueva expulsión de ‘MasterChef 13’
Tras el primer reto de la noche, en el que debían viajar a diferentes lugares a nivel gastronómico descubriendo que les había tocado a cada uno levantando unas campanas para adivinar el origen de los productos, Yago conseguía adivinar el que más, acertando hasta ocho ingredientes, siendo el encargado de distribuirlos entre sus compañeros para crear un plato libre. Gabriela y Elena fueron las mejores, consiguiendo que se publiquen sus recetas en el libro del ganador.
En la segunda prueba vivimos un tenso enfrentamiento entre Gabriela e Ismael y finalmente los delantales negros, entre los que teníamos a todo el equipo azul y a Ana tenían que conseguir crear un plato libre con algún tipo de moho. Tras probarlos, la expulsión estaba entre Ismael, Bea y Yago, eligiendo a este último para salir: "Yago tu plato era un batiburrillo de muchos elementos, muchas técnicas, menos es más. Yo lo he dicho muchas veces lo difícil es quitar, no poner. Pero nos ha mostrado tu plato todo lo que has aprendido que es mucho", sentenciaba Pepe.
"Mi madre decía que donde iba, que iba a hacer el ridículo", respondía él, añadiendo que "estaba muy metido, me lo he pasado fenomenal, vine con una sonrisa y me voy con ella. Soy un creador de idioteces", conculía, dejando su delantal y confesando que su ganadora de 'MasterChef 13' es Gabriela y que ve una final entre ella y Bea.
El tenso encontronazo en 'MasterChef 13'
En la segunda prueba los concursantes iban hasta el Monasterio de Oseira, en Ourense, un lugar lleno de espiritualidad y leyenda en el que debían crear un menú con productos de la zona para los caminantes del Camino de Santiago. Los jueces pedían que votasen al concursante que peor había llevado a cabo su capitanía, siendo Ismael el elegido, que a su vez elegía a Elena como rival.
Los jueces llevaron a cabo el típico cambio de líderes entre equipos en mitad de la prueba, lo que alteró el resultado de los platos, creándose una enorme tensión entre Gabriela e Ismael en las valoraciones. "Yo quise hacer un juego limpio. Estás diciendo cosas que no son ciertas", sentenciaba Gabriela ante su contrincante. "Lo único que te digo es que cuando he tenido que decirte algo te lo he dicho a la cara y me ha dolido que me hayas prejuzgado por mi apellido, por mi dinero que ni sabes lo que tengo, y está fuera de lugar y a mí me está suponiendo el mismo esfuerzo que te supone a ti y peor porque tengo cinco meses y medio de embarazo y dos bebés en casa", añadía.
Tras esto, Pepe Rodriguez anunciaba que el equipo rojo era el mejor por "haber dado salida a las mejores elaboraciones de este reto", siendo Gabriela la mejor de este equipo.